
La Asociación de Colegios Privados e Independientes CICAE ha manifestado su “preocupación” ante la apertura gradual en la Fase II. Considera una gran “responsabilidad de implementar protocolos sanitarios e higiénicos que aseguren el bienestar de todos”.
Desde su punto de vista, “la educación mixta en septiembre es un desafío inédito para los centros educativos que precisarán más recursos sanitarios, humanos y tecnológicos que no podrán abordar todos los colegios por igual”.
La reapertura de los colegios cumple una función educativa evidente, pero “ante la coyuntura actual supone un reto económico imprescindible para facilitar la vuelta a la normalidad”.
En este sentido consideran que la inminente reapertura genera gran incertidumbre, que supondrá restaurar la vida en los colegios y el riesgo sanitario que asumen los centros educativos. Por ello, reclaman información y medidas más concretas para el sector. “Nos preocupan especialmente las edades más tempranas, pues será muy complicado, por no decir imposible, que los más pequeños cumplan las medidas de distanciamiento social”, afirman.
Educación mixta
Si en septiembre finalmente se adopta la educación mixta, presencial y online, será un gran reto para nuestro sistema educativo y una dificultad organizativa añadida para los colegios. Respecto a la medida de establecer 15 alumnos por aula, han solicitado “que el criterio sea por metros cuadrados de los espacios educativos y teniendo en cuenta las medidas de distancia social”.
Puede darse el caso de que 15 estudiantes en un aula pequeña sean muchos y, sin embargo, pocos en un salón de actos, un polideportivo o un espacio abierto.
Asimismo, existe incertidumbre en el transporte escolar, en el comedor o en la conciliación para familias y centros educativos con horarios parciales y/o escalonados.
Desde CICAE, y junto a un grupo de expertos, están investigando y definiendo todas las posibilidades y alternativas para adoptar las medidas educativas que mejor se adapten a esta situación de cara a septiembre. Consideran que deben planificar y buscar soluciones entre todos y, para ello, reclaman “una comunicación más fluida entre la Administración y la comunidad educativa”.