Claves para internacionalizar un colegio: Mentalidad, imagen y alianzas internacionales

Son algunas de las propuestas de los expertos convocados a las I Jornadas ‘Las claves de la internacionalización educativa’. Lo principal, el colegio debe preguntarse si quiere ser internacional. Toda vez que haya respondido afirmativamente, arranca el proceso propio de internacionalización que tendrá como marcadores una mentalidad internacional, la difusión pública de una imagen igualmente internacional y el establecimiento de alianzas con otras instituciones fuera del país.

Alicia Alonso de Leciñana, directora general de Legamar International School, y Alfonso Algora, consultor educativo internacional, los dos primeros ponentes, coincidieron en lo sustancial, que no es sino la voluntad primera de un centro por adquirir la condición de internacional. Porque si lo hace solo por marketing, el fracaso llamará a la puerta al poco.

El director académico de la Red Iberoamericana de Educación, Alfonso Algora, lo resumía del siguiente modo, sin posibilidad de duda: “Lo primero que debemos preguntarnos para vender nuestro colegio como un centro internacional es preguntarnos si somos internacionales sobre el papel o realmente estamos creando una cultura de internacionalización”.

Y para ello hay que apoyarse en la realidad de un país, como el español, que, como recodó Alonso de Leciñana, “está en crecimiento en número de expatriados y de presencia de nómadas digitales”. Ya se apuntó en la sesión de inauguración que España empieza a destacar como destino para ambos perfiles.

Alicia Alonso de Licañana, directora de Legamar International School

Alonso de Leciñana agregó que otras causas que favorecen el aumento de la internacionalización educativa por parte de los potenciales alumnos extranjeros que desean desplazarse a España, como aquellos nacionales que desean salir del país, son su aspiración a realizar estudios universitarios fuera del país de origen, el prestigio y reconocimiento a la hora de acceder a la universidad o al mercado laboral, el interés en el inglés (o en el español, en su caso) como lengua de instrucción, un enfoque de enseñanza y aprendizaje y un sistema que supere las limitaciones de los sistemas nacionales.

Por encima de todo ello, subrayó la directora general de Legamar, la “mentalidad internacional”, aquella que deben privilegiar los colegios con esta aspiración de internacionalización, y que se sostiene sobre las bases de “ver el mundo como una realidad global, de respeto hacia la diversidad de culturas y de idiomas, y en la forma de entender y comprender el mundo”.

“Esta visión”, matizó, “implica que nos sentimos responsables de todo lo que ocurre en esa realidad global, que, aunque sea ajena y lejana, forma parte de lo que también nosotros somos”. En tal sentido, concluyó, “si queremos que esa idea cale en nuestros alumnos tenemos que tener una visión más sofisticada de ese mundo y una visión global para favorecer lo que queremos que sea la mentalidad internacional de nuestros hijos y alumnos”.

Latinoamérica, mercado privilegiado

Alfonso Algora afinó el disparo y centró la diana en un mercado tan próximo, por cultura, lengua e historia común, como Latinoamérica. Porque si un colegio español piensa en internacionalizar su oferta, ¿por qué no hacerlo en un ámbito que reúne a 500 millones de personas que comparten la misma lengua?

Alfonso Algora, director ejecutivo de la Red Iberoamericana de Educación, durante su ponencia.

“Latinoamérica mira mucho a España, porque España es aspiracional. Muchos desean recoger la experiencia que puede aportar España en sus centros educativos, centros de trabajo, etcétera”.

Las cifras acreditan el interés de los alumnos de otros países por formarse en España. De acuerdo con datos del Curso 2021-2022, España acogía 882.814 alumnos, el 11% del total, siendo las CCAA más receptivas Baleares (15%), Cataluña (14%), La Rioja (13,5%), Murcia, (13,4%), Melilla (13,2%), Aragón (13,1%), Madrid (11,5%) y Comunidad Valenciana (11,3%).

Algora desgranó, y compartió con los representantes de colegios asistentes, lo que a su juicio son claves fundamentales para captar alumnos extranjeros, empezando por que el colegio tiene que “mostrar cuál es el valor que harán los egresados a su entorno”. Porque “el colegio no puede ser un compartimento estanco, sino que tiene que favorecer y permear sus valores a la sociedad donde se encuentra”.

Para que nadie quedara sin entender su propuesta, matizó: “Todos los colegios tienen el mismo ideario sobre el papel, ninguno es discriminatorio, por ejemplo, pero en la realidad tenemos que saber cuál es el ADN de mi colegio y saber si me interesa que sea internacional o no”.

En caso de respuesta afirmativa, hay que comunicar a la sociedad nuestro ser como colegio y modernizar el proceso de comunicación. En segundo lugar, hay que promover la imagen internacional del director “como líder global e integrador. Lo mismo con el equipo docente, y hasta con el equipo no docente, porque en un colegio vende desde el señor que te abre la puerta, te pone la sopa o el mismo director general”.

Centrado en la figura del director, subrayó que debe ser “un líder aglutinador, carismático, que muestre la capacidad del colegio de ser internacional, con mentalidad abierta e intercultural”, sin olvidar que, como director, y todo su equipo, “son la imagen del colegio hacia afuera”.

No hay que olvidar, lo dijo por activa y por pasiva, que para ser un colegio internacional “lo primero es tener una imagen internacional y eso empieza por la cabeza, por la dirección”.

Tercera clave: Poner en valor el desarrollo humano y la necesidad de educar estudiantes para un mundo diverso, intercultural y heterolingüístico a partir de la experiencia y no de la teoría. Por supuesto, el colegio aspirante debe mostrar las fortalezas institucionales en cuanto a relaciones internacionales mediante alianzas con universidades, organismos públicos, empresas o entidades certificadoras de calidad.

Porque sí, según Algora, “la internacionalización depende mucho del grado de alianzas con instituciones extranjeras” y, como gustó decir varias veces, en Latinoamérica hay muchas instituciones educativas deseosas de establecer vínculos con las españolas.

Llegado a este punto, estimó importante tener en el colegio un departamento propio de internacionalización e interculturalidad, como así lo llamó, sin perder de vista, por cierto, la participación activa de toda la comunidad educativa, esto es, los antiguos alumnos -y muy especialmente ellos-, las familias, los docentes, y estudiantes como ‘embajadores’ del colegio”.

El alumno, en el centro de todo, también de la internacionalización

La primera jornada se cerró con la Mesa Redonda ‘¿Qué es la internacionalización?’ que, moderada por el CEO de Grupo Base Educación, Jaime García Crespo, contó con la participación de Ana Salas, head of business Commnunications en IEP; Ignacio Asenjo, director del Instituto Gregorio Marañón; Carolina Rodríguez Inciarte, CEO de Spain & Andorra en Globeducate, y Manuel Bellón, director general del Colegio Base International School.

El asunto principal que sobrevoló el debate fue el de si la internacionalización de los colegios no es hoy más que una moda y la conclusión es que puede serlo para algunos, pero la realidad es que España es, por derecho propio, paradigma de centros educativos internacionalizados, desde hace tiempo, sin que moda alguna haya influido como para convertir el sector en una burbuja, que no lo es.

Aunque, a juicio de Ana Salas, “existe una presión de captación en la enseñanza privada” y lamentó la “mala praxis en este ámbito” que, no obstante, advirtió, no logra los beneficios esperados porque “cuando no es un proyecto bien estructurado” su continuidad se tambalear fácilmente. “Parece que (ser un colegio internacional) es una moda, pero no debe serlo”, remató.

Ignacio Asenjo entró al trapo para desdramatizar el estado de la cuestión: “El concepto de moda está en nuestra sociedad. Si no hay esa moda, habrá otra”, dijo. “Cada cierto tiempo”, explicó, “hay cosas que adquieren una relevancia, como ahora también la digitalización o las TIC” y en el tema de la internacionalización, apuntó, “es un tema estructural: o está o no estás”.

“Hay mucho más que una moda”, terció Manuel Bellón, quien subrayó que la internacionalización “es más que un proyecto multilinguista, son más cosas”.

Cerrado el tema, todos los ponentes coincidieron en señalar la relevancia y consecuencias, siempre positivas, para cualquier colegio que emprenda una ruta internacionalizadora. Como también alcanzaron un fácil consenso sobre lo que se espera de un colegio internacional.

Para ser un colegio internacional hay que partir de un currículum internacional; de una lengua vehicular, además de la española; de una mentalidad global y de una capacidad de integrar a los alumnos extranjeros, y a sus familias.

Asenjo calzó esta definición con lo que enjuició que es clave en cualquier centro: “Los alumnos. Los colegios son, sobre todo, los alumnos”, a quienes han que integrar en este tipo de entornos internacionales en la escuela, entre otras cosas, porque la realidad en la calle es también internacional.

Por cierto, Rodríguez Inciarte puso en valor España como referente de internacionalización educativa en el marco europeo: “Estamos más avanzados que otros países y con más número de colegios internacionalizados, pero durante mucho tiempo estábamos acomplejados”.

En este sentido, valoró que los colegios privados, “como pioneros (en esta materia), “han tenido un efecto muy positivo en los concertados y en los públicos. Ahora hablar en inglés no es que sea un plus, es una necesidad”, por ejemplo.

El Salón de Actos del Colegio Base International School acogió la apertura formal de las I Jornadas ‘Las claves de la internacionalización educativa’, organizadas por SchoolMarket, el Colegio Base International School y el Alameda International School, con el patrocinio de la Comunidad de Madrid y la colaboración de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMAACADECECECICAERIEREDIE y ENASUI.

Hoy se celebran su segunda jornada en el Alameda International School con las ponencias de Alexander Marcos, director del Rafa Nadal International School, y Anabel Valera, directora ejecutiva de REDIE España; la visita guiada al colegio, y una mesa redonda que abordará el reto de España como el gran hub educativo mundial.

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