Colectivo de Campamentos de verano: “Más de la mitad de las empresas no han podido abrir”

Como hemos venido informando en ÉXITO EDUCATIVO el COVID-19 ha golpeado con dureza al sector educativo, y dentro de nuestro sector, los campamentos de verano son de las empresas más afectadas por haber tenido que enfrentarse no solo a la situación de incertidumbre generalizada, sino, además, por su estacionalidad y por no ser consideradas como actividades esenciales. Ante esta situación, las empresas que se dedican a esta actividad se han agrupado entorno al Colectivo de Campamentos de Verano. Hablamos con Julio Martínez, director de Aldealix y uno de sus portavoces.

El COVID-19 ha afectado de forma significativa al sector educativo, ¿cuál es la situación que estáis viviendo los campamentos de verano?

Para decirlo en pocas palabras, un drama. Se ha legislado tarde y mal, con lo que no se ha trasladado confianza a los padres y eso ha significado que más la mitad de empresas del sector no hayan podido abrir por falta de chavales, y las que lo han hecho están trabajando entre el 30 y el 40% de su capacidad. Al ser una sector muy estacional, y que vive todo el año de lo que genera en pocos meses, muchas empresas se van a ver en la necesidad de cerrar.

Referente a la realización de los campamentos se están haciendo de una manera bastante normal, ya que al ser un sector muy controlado y acostumbrado a trabajar cada año con chavales con todo tipo de alergias, situaciones familiares complicadas… La adaptación a esta nueva situación ha supuesto una formación extra, pero fácil de asimilar y de trabajar. Por otra parte los chavales están respondiendo muy bien a todas las normas especiales a seguir.

¿Cómo surge la idea de uniros en torno a este colectivo?

Surge como reivindicación de un sector ante la necesidad que los padres y los chavales iban a tener una vez que se alcanzara la nueva normalidad. La conciliación familiar y laboral, junto con la necesidad de los chavales después del confinamiento de estar con sus iguales.

¿Cuáles son vuestras principales reivindicaciones a las distintas administraciones?

La primera fue la realización de unos protocolos higiénico-sanitarios para poder realizar unos campamentos con todas las garantías de seguridad. Posteriormente una normativa de carácter nacional, ya que cada Comunidad Autónoma tiene la suya y no siguen un linea común, con lo que, dependiendo donde se realice la actividad, se puede hacer, o directamente es mejor no plantearse hacer nada.

Julio Martínez Aldealix
Julio Martínez, portavoz del colectivo

¿Estáis en contacto con asociaciones de colegios y otros colectivos del ámbito de la educación?

Muchas de la empresas que están en del sector trabajan con colegios haciendo actividades extraescolares y viajes e fin de curso, y al igual que con los campamentos, todas ellas han sido anuladas, lo que significa la perdida de muchos puestos de trabajo. Las noticias que nos llegan, es que para el próximo curso la incertidumbre va a ser muy parecida a la de los campamentos, falta de información y regulación para saber si se va a poder trabajar.

¿Qué aportan los campamentos al sector educativo desde el punto de vista económico (cifra de negocio total anual, número de trabajadores? ¿y desde el punto de vista educativo?

Las empresas que nos dedicamos a los campamentos, formamos en buena medida también al sector de la educación no reglada, ofreciendo actividades complementarias como extraescolares de todo tipo, inmersiones lingüísticas y campamentos deportivos, de ciencias…

La cifra de negocio del sector de las actividades de ocio ronda los 9.000 millones de Euros y da empleo directo a más de 200.000 personas

Algunos campamentos de verano se han virtualizado ¿Cómo veis ese proceso de transformación digital? ¿Es un mal menor o viene para quedarse?

Creemos que cualquier innovación a cualquier sector debe de ser bien acogida, la aparición de este tipo de actividades surge más bien de la necesidad de poder ofrecer alternativas en un momento complicado, pero la esencia de los campamentos radica en la cercanía, el contacto entre iguales, ofrecer otras opciones a tanta tecnología, los valores de amistad y compañerismo, los juegos tradicionales, la diversión… Eso no creo que se vaya a conseguir a través de una pantalla, puede ser una buena alternativa para chavales con algún tipo de impedimento y que de esta menera puedan tener alguna opción. Si al final triunfa para en general, habremos perdido mucho como seres humanos.

 

1 COMENTARIO

  1. En los campamentos de verano se hizo lo mismo que están haciendo ahora con los colegios.
    Mal y tarde, se sacaron unas indicaciones vagas a nivel estatal, después se trasladó a las comunidades que sacaron sus protocolos a mediados de junio y en última instancia era la propia organización del campamento la que tenía que realizar un protocolo.
    Cuando la pandemia estaba medio controlada fue un desastre absoluto pues no dejaron tiempo para poder hacer las reservas para los campamentos de verano. Ahora que está disparándose los colegios se encuentran a pocos días de abrir…
    La única diferencia es que los colegios son obligatorios.

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