
Los datos más recientes sobre segregación (año académico 2020/2021) muestran una realidad muy segregada por género en los estudios. Así, en los estudios de enfermería las mujeres representan el 82% del estudiantado de grado en las universidades españolas.
Siendo este el caso más extremo, también hay casos como los estudios de psicología, en los que las chicas estudiantes representan el 76%; o los estudios relacionados con la salud y servicios sociales, con un 72%. También a modo de ejemplo, en los estudios de medicina el 69% de las matriculadas son mujeres.
Otro caso especialmente relevante son los estudios relacionados con la educación en el que el 64% del estudiantado son mujeres, dato especialmente agravado en términos de segregación en Educación Infantil, en la que suben hasta el 92%.
Por otra parte, se observan casos de ámbitos de estudio en los que los hombres representan una mayoría muy amplia. Este es el caso de informática, con un 86% de estudiantes chicos matriculados, siendo el caso de segregación más extrema.
También hay otros, como las Ingenierías, en los que representan el 74% de los matriculados; o los estudios de Matemáticas y Estadística, en los que suponen el 64%. También cabe señalar Humanidades, con un 62% de los estudiantes matriculados.
El ministro de Universidades, Joan Subirats; junto con Amaya Mendikoetxea, rectora de la UAM y responsable de CRUE Igualdad; y María Ángeles Sallé, experta en segregación en los estudios, han presentado esta semana la campaña “Dale la vuelta” de sensibilización para la reducción de los estereotipos de género en los estudios universitarios.
En el último año desde el Ministerio de Universidades se ha trabajado en la identificación de la segregación por razón de género en los estudios universitarios. La labor de diagnóstico inicial se ha realizado a través de un estudio cualitativo consistente en entrevistas en profundidad a expertas del ámbito universitario en la materia.
En el diagnóstico inicial llevado a cabo por el Ministerio de Universidades, se constata y afirma con claridad por parte de todas las expertas entrevistadas que en esta distribución por género de la población estudiantil influyen factores de tipo sociocultural y psicosocial, que tienen que ver con cómo los procesos de socialización y de construcción cultural de las identidades a edades muy tempranas atribuyen roles en función del género.
Pero hay más factores en juego, como aquellos vinculados a la cultura de la ciencia: existen claras marcas de género en algunos campos de conocimiento y estudios como el de ingeniería informática, muy masculinizadas; o en el campo sociosanitario, muy feminizado.