Diego Antoñanzas, el profesor ‘tiktoker’ que advierte sobre la “cara b” de las RRSS

Diego Antoñanzas (2,4 millones de seguidores en su cuenta El Profesor de TikTok) habla de cómo las redes pueden ayudar o no a transmitir información veraz y educar; de hasta qué punto son útiles. Tras su participación reciente en el congreso The Global Education Revolution, reflexiona en esta entrevista concedida a ÉXITO EDUCATIVO sobre la importancia de conocer su ‘cara b’ (que provoca mucha soledad) y de cómo con este instrumento de difusión cualquiera con algo de “ingenio”, humor o capacidad de comunicación puede “tener voz” y un perfil muy potente. Un apasionado de la tecnología para mejorar la educación, pero con los pies en la tierra.

¿Cómo tropiezas con TikTok y empiezas a trastear con él?

Fue curioso porque yo empecé a raíz del Covid. Fundamentalmente a mí me tocó estar bastante tiempo sólo en casa, y me di cuenta de que los adultos estábamos pasando tanto miedo que no teníamos tiempo de explicar a los chavales qué era el miedo y por qué lo teníamos. Entonces empecé a estudiar el miedo: se produce fundamentalmente por aquello que es desconocido. Con lo cual me propuse poner luz sobre todo lo que tenía que ver con la vuelta al colegio, a los institutos, de los chavales. Así fue como me hice famoso.

Me di cuenta de que para perder el miedo hay que hacer dos cosas: primero poner consciencia sobre aquello que no conoces, intentando dar el mayor número de datos posibles (les decía ‘se os dividirá en dos clases’, ‘os medirán la temperatura’…). Lo segundo para quitarte el miedo es usar el sentido del humor. Y es algo que he aprendido en mi vida a hacer hasta conmigo mismo. Por eso empecé a usar humor en TikTok. Y mientras al principio algunos me llamaban ‘viejo verde’ o boomer, ‘sal de aquí, no queremos saber nada de ti’, de repente un día alguien dijo ‘que va a ser que este tipo calvo tiene algo que contarnos’.

A partir de ahí no he dejado de crecer, me paran por la calle… Es decir, me ven como alguien de referencia. De hecho decidí ser ‘el profesor de TikTok’ sin ser profesor en un instituto. Yo doy clases a adultos de muchas cosas, soy coach, doy formación, conferencias de motivación… pero no soy profesor, que es lo que esperaban que fuese. Realmente soy una persona que intenta estar lo más cercanos a ellos -los jóvenes- para explicarles lo que necesiten.

Es curioso que para hablar con chispa y humor, aprendieses del miedo.

Por eso cuando vemos películas de miedo nos reímos tanto: para perder el miedo. Utilizar el sentido del humor te hace huir de esa emoción. Yo soy de los que piensan que las emociones son energías: no podemos eliminarlas, sólo transformarlas. No controlar, gestionar. Sólo cuando estamos dormidos o muertos no podemos hacer nada con las emociones, pero mientras tanto sí. Y el humor es una manera facilísima de gestionar el miedo.

¿Y cuál fue tu primer gran éxito con TikTok?

Cuando me sacaron todos los telediarios porque dijeron ‘hay un tiktoker’ (expresión que en aquella época ni siquiera se conocía), que está enseñando cómo va a ser la vuelta al cole incluso antes que Fernando Simón’. ¿Qué hice? Me fui a los periódicos de países que tenían un poco de avance respecto a nosotros en el Covid, como Alemania, Israel, Chile, Estados Unidos, y percibí cómo estaba siendo la vuelta al cole. Efectivamente el modelo se replicó aquí: la separación en clases más pequeñas, el uso de mascarilla, medición de temperatura, patios separados… todo se replicó, igual que en todo el mundo. Y por el mero hecho de comentárselo con sentido del humor, el chaval dejaba de tener miedo porque veía su realidad más cercana, que es el colegio, la vio con cierto sentido del humor y pudo decir ‘pues tampoco es tan malo’.

Dices que hay dos caras en el uso de las redes sociales, tanto dentro como fuera del aula. ¿A qué te refieres?

Siempre digo que las redes sociales en general, no sólo TikTok, tienen una ‘cara b’ muy peligrosa, porque el algoritmo es muy potente, especialmente en mentes que no están muy formadas como la del adolescente. Puede llegar a ser muy peligroso. Creo que el gran problema del siglo XXI va a ser la soledad, y en este sentido las redes sociales no juegan un papel muy a favor si no las sabes gestionar correctamente. Yo estoy muy preocupado con el suicidio adolescente, y creo que las redes sociales están hiperamplificando determinadas patologías que ya venían ocurriendo antes, como el bullying. Antes llegabas a las seis de la tarde a casa y eso desaparecía. Hoy se amplifica y además desde el anonimato.

Pero es que además la adolescencia, especialmente en España, tiene muy equivocada la felicidad. Piensa que está en un like, en un follow, en un ‘me gusta’ o un fan más. Y la felicidad, te lo aseguro porque lo he vivido (con millones de fans), no está en los millones de fans, sino en cómo tú interpretas la vida que hay afuera de las redes sociales. Ahí es donde está la felicidad. Por eso hay mucha frustración y mucha gente que lo pasa muy mal con las redes sociales.

Invitaría a la gente a hacer esta misma reflexión y que, esto mismo que estoy contando, se enseñara en el colegio. Y, sobre todo, que si alguien tiene un problema que levante la mano. Tenemos que habilitar canales para que los chavales puedan contar que lo están pasando mal, que tienen un problema, que se sienten solos… o que sencillamente están tristes. Me consta que tanto Gobierno como comunidades autónomas están haciéndolo, pero creo que todavía no es suficiente viendo el número de suicidios en adolescentes que se están produciendo.

¿Este podría ser el mensaje a profesores y directores de colegios?

Sí. Si tuvieras que elegir un titular me encantaría que fuera este, principalmente porque de alguna forma me veo obligado a devolver al mundo todo lo que me ha dado a mí. Y si este es el mensaje que se puede quedar… insisto en que las redes sociales pueden estar muy bien, pero hay que saber gestionarlas. Y recordar que puede tener su lado peligroso.

¿Te consideras alguien que ha roto las normas de cómo se puede enseñar, que ha hecho tambalearse el paradigma educativo (en tu caso con TikTok)? ¿Perfiles como el tuyo ponen en jaque el sistema educativo tradicional?

Este es otro de mis temas que me apasiona, y es que una de mis profesiones es conferenciante de motivación sobre futuro tecnológico. Yo soy de los que dicen que la tecnología nos está trayendo muchísimas cosas muy buenas, pero que nos debe invitar a pensar que el sistema educativo actual está completamente equivocado si sigue teniendo métodos tradicionales de enseñanza. Principalmente porque muchas de las cosas que se están enseñando, en el futuro muy próximo (te hablo de mañana), lo hará un robot o una máquina con inteligencia artificial.

Y esto nos obliga a rediseñar el sistema educativo, desarrollando competencias que a día de hoy un robot no puede hacer, como el trabajo en equipo, la curiosidad, la gestión de conflictos, la comunicación empática, el anticiparse a lo que ocurrirá mañana. Eso que nos hace diferentes como humanos y que creo que universidades pioneras que desde el primer día empiezan con un caso práctico, son las que van a colocar a la gente en el futuro en profesiones y posiciones de éxito.

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