
El Consell de Govern de las Islas Baleares ha aprobado la creación de doce plazas de auxiliares técnicos educativos (ATE) para centros educativos ordinarios de las Illes Balears que tienen alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) asociadas a discapacidades que impiden o dificultan la autonomía personal.
Con las nuevas plazas se llegará a un total de 295 ATE, veinte más que los que había a principios de legislatura. Además, se ha hecho un esfuerzo importante para mejorar la situación laboral de los auxiliares, lo que ha supuesto ampliar su disponibilidad horaria mediante unas instrucciones específicas para este colectivo que tienen como objetivo incrementar su presencia en los centro y la asistencia que prestan a los alumnos con necesidades especiales.
El aumento del número de plazas ha sido avalado por el Acuerdo del Consell de Govern por el que se aprueba la modificación de la Relación de puestos de trabajo.
Los auxiliares técnicos educativos son los profesionales que se dedican al cuidado y atención de alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) para apoyar al tutor o a los especialistas de los centros educativos de las Illes Balears. Forman parte del equipo de apoyo o del departamento de orientación, y cumplen una función asistencial y educativa con estos alumnos, pero no ejercen la docencia ni sustituyen la función del tutor o de los docentes especialistas.
Del total de alumnos escolarizados en etapas obligatorias en las escuelas ordinarias, 6.481 presentan necesidades educativas especiales, el 3,85 % del total de alumnos escolarizados en las Illes Balears. De estos, 508 alumnos, el 0,30 %, están escolarizados en centros de educación especial, mientras que el resto están escolarizados en centros ordinarios.
Para hacer efectiva una educación inclusiva de estos alumnos, además de los profesionales no educativos, como los ATE y los fisioterapeutas, los centros de las Illes Balears disponen de especialistas docentes, es decir, maestros de pedagogía terapéutica, de audición y lenguaje y de atención a la diversidad, además de orientadores, profesores técnicos de servicios a la comunidad y profesionales específicos de áreas lingüísticas y tecnológicas, que se incrementan cada año según las necesidades de cada centro. En total, en el curso actual hay 1.617 profesionales de apoyo.