
A esto se suma los casi 6.000 estudiantes y 1.206 profesores contagiados, y que el 2,5% del conjunto de los alumnos se encuentran ahora mismo en aislamiento preventivo a sus casas. Todos estos datos significan que la incidencia acumulada de contagios entre estudiantes es de 705 y entre los docentes de 1.538 por cada 100.000 habitantes.
En este contexto, el Sindicato de Estudiantes de la Comunidad Valenciana denuncia que el avance del virus está teniendo un “impacto especialmente demoledor” en los centros educativos públicos, por lo que urge su cierre, así como un nuevo confinamiento para atajar la situación.
Para el Sindicato de Estudiante, la Generalitat valenciana “miente descaradamente diciendo que las aulas son seguras y culpan a la juventud del desastre masivo que vivimos en la Comunidad. No, ¡la culpa no es nuestra! Y nos negamos a aceptar este discurso de criminalización contra la gente joven, que somos uno de los sectores más golpeados por la crisis económica, sanitaria y la pandemia”, afirma en un comunicado.
Por ello, esta organización sindical de estudiantes reclama, entre otras medias vinculadas al sector educativo:
- Cancelación de todos los exámenes y sustitución de estos por otras formas de evaluación como trabajos, presentaciones, debates, etc.
- Readaptación del plan de estudios para poder cursar todo el temario en condiciones dignas.
- Puesta en marcha de un plan de choque en la educación pública. Invertir los recursos económicos, materiales y humanos necesarios para acabar con la brecha digital y garantizar que todas y todos tenemos acceso a una educación pública digna, bajada de las ratios, contratación de profesorado y personal sanitario en todos los centros, instalación de máquinas de renovación del aire y filtros HEPA en todas las aulas.