
Juanma Romero es el director y presentador del programa “Emprende” en TVE, un espacio con una gran función pública y divulgadora. Contenidos variados y entrevistas interesantes sirven para promover la cultura emprendedora. Además de conferenciante, presentador y moderador de eventos y mesas redondas, es formador en habilidades blandas, mentor, escritor y networker. En esta conversación anima a emprender y a endeudarse con cabeza, no de por vida.
¿Qué pueden hacerse para fomentar una cultura del emprendimiento en la sociedad?
En primer lugar, fomentar el sentido común. No todos tenemos que ser emprendedores, porque entonces no habría profesores, policías o médicos en los hospitales. Hay que incitar a la gente a emprender, pero de forma sensata. Cuando tenemos una idea, todos pensamos que es la mejor del mundo, pero las estadísticas demuestran que el 85 por ciento de esas “mejores ideas del mundo” fracasan en menos de cuatro años. El emprendimiento se fomenta con formación e información, e intentando que el gobierno, sea del signo que sea, no ponga dificultades. No hace falta que ayude, es suficiente con que no moleste.
¿Cómo puede fomentarse una formación de emprendimiento para los jóvenes en la escuela?
Se puede fomentar la formación en emprendimiento con poca teoría y mucha práctica. Que monten sus negocios en la escuela, por muy disparatados que parezcan. Si queremos que algún día uno de ellos sea capaz de crear una empresa que genere miles de puestos de trabajo, no tenemos que aburrirles, sino intentar que disfruten con las ideas que se les ocurren.
¿Qué significa el intraemprendimiento en los centros escolares?
El intraemprendimiento no es más que montar una empresa dentro de otra empresa, generalmente mucho más grande que la nueva. Emprender e intraemprender tienen la misma filosofía. El que desarrolla la idea actúa como cualquier otro emprendedor, con la diferencia de que cuenta con un paraguas protector, que es a empresa matriz.
¿Cómo se manifiesta en la escuela?
En la escuela el intraemprendimiento puede manifestarse de muchas maneras, desde la creación de nuevos modelos de negocio hasta la generación de actividades relacionadas con el entorno educativo y que permitan facturar más. Porque un colegio, si no es público, tiene que facturar para cumplir con sus objetivos fundacionales.
¿En qué medida los centros educativos pueden utilizar los medios de comunicación para la enseñanza del emprendimiento?
Pueden utilizaros como cualquier otra empresa o institución. Por un lado, facilitando información a los medios para que den visibilidad al centro dando a conocer sus actividades emprendedoras. Por otro lado, seleccionando la ingente cantidad de información que existe al respecto y facilitándosela a los alumnos para que trabajen con ella y vayan adquiriendo una formación en este campo que les puede resultar muy útil en el futuro.
¿Qué diferencias hay en España con respecto a otros países de nuestro entorno en cuanto a la cultura del emprendimiento?
Creo que la diferencia es abismal. Puede que estemos en márgenes similares con algunos países cercanos, pero si queremos buscar la verdadera cuna del emprendimiento moderno, que desde mi punto de vista no es otra que Estados Unidos. La comparación resulta odiosa y frustrante para nosotros. Salimos perdiendo por goleada, porque allí hay una cultura de emprendimiento desde siempre, y aquí casi siempre hemos querido ser funcionarios. Creo que es una cuestión cultural que va cambiando poco a poco a nuestro favor, aunque muy lentamente.

Los medios de comunicación, ¿qué imagen difunden del emprendimiento?
Generalmente se difunde la imagen de los emprendedores triunfadores, muchos de ellos multimillonarios, pero que son los menos, la excepción que confirma la regla. Así la gente piensa que todo es muy fácil y se lanza a montar negocios, muchas veces sin preparación y sin los medios para sacar su proyecto adelante.
Creo que podríamos mostrar también los fracasos y cómo se pueden superar esos fracasos. No se trata de que cuando una persona fracase tenga que desparecer, puede volver a intentarlo. No siempre un negocio sale a la primera, pero tampoco hay que empeñarse en sacarlo adelante a toda costa si vemos que no funciona. Debemos ser los suficientemente humildes como para ser capaces de reconocer, por mucho que nos cueste, que nuestro negocio no tiene solución.
¿Qué les diría a los futuros emprendedores?
Me gustaría recordar a los emprendedores y futuros emprendedores que no es malo endeudarse. Lo que es malo es endeudarse en una cantidad de dinero superior a la que pueden permitirse perder, que no queden hipotecados para toda la vida.