Aprender a gestionar el tiempo es posible… y necesario

Anabel Valera habla de aprender a gestionar el tiempo

Se acerca el fin del segundo trimestre. Llegamos derrapando, con la lengua fuera, porque son muchos los temas que estamos gestionando a la vez: estamos todos en el apogeo del periodo de matrícula, inmersos en la orientación del alumnado de 4º ESO y 2º Bachillerato, las reuniones de evaluación, las entrevistas de padres de última hora que se acercan preocupados por temas diversos, el cansancio acumulado de todo el equipo y de los alumnos, (lo que hace que los incidentes de tipo disciplinar en secundaria se disparen)…

A este cansancio se suma que muchos ya hemos empezado a visualizar las necesidades para el próximo curso, a sabiendas que el tercer trimestre es el más duro e intenso para los equipos directivos. Debemos cerrar el curso escolar actual y preparar el siguiente y esto nos exige tiempo, dedicación extraordinaria y muchísimo orden y organización.

Así que hoy quería hablar de una habilidad directiva básica: la gestión del tiempo. En la sociedad actual en la que la información viaja a una gran velocidad, esta gestión del tiempo sigue siendo una materia pendiente en muchos casos. Al mismo tiempo recibimos WhatsApp, correos electrónicos, notificaciones de las redes sociales y de nuestra agenda, reuniones presenciales y virtuales…

Esta realidad, agravada por la situación pandémica, nos puede llegar a llevar a una situación de multitasking que baja nuestra productividad, impacta en nuestra motivación y nos lleva a vivir momentos de estrés que nos incapacitan para disfrutar de nuestro día a día a nivel personal y profesional.

Aprender a gestionar nuestro tiempo pasa por aprender a reconocer cuáles son nuestros ladrones del tiempo y aprender estrategias que nos ayuden a optimizar los “ahora”. Porque la realidad es que no tenemos más tiempo que el AHORA.

¿Cómo podemos aprender a gestionar este recurso tan apreciado como es el tiempo?

  1. Reflexiona cuáles son tus ladrones del tiempo. Pueden ser internos (dejarlo para después, desorden, exceso de perfeccionismo, dejarse llevar por los imprevistos, dificultad para decir “NO”) o externos (llamadas, conversaciones interminables, móvil, redes sociales…).
  2. Hacer un inventario con el listado de tareas a realizar.
  3. Con este listado, distinguir entre lo urgente y lo importante. Puedes utilizar una sencilla matriz, como la de Eisenhower:
  URGENTE NO URGENTE
IMPORTANTE
SIN IMPORTANCIA

4. Identificar las horas más y menos productivas del día.

5. Tratar de evitar las distracciones, bloqueándolas físicamente, asegurando momentos de aislamiento.

6. Diseñar un puesto de trabajo productivo con todas las herramientas que necesitas y tenerlas todas en el mismo lugar, haciendo que sea un puesto de trabajo agradable, con buena luz, que invite a la concentración.

7. Crear un tipo de organizador gráfico puede ayudarte a reflexionar y a organizarte, haciéndote consciente de la necesidad de hacer un buen uso eficaz y eficiente de tu tiempo.

TAREA A HACER PRIORIDAD TIEMPO ESTIMADO
  Importante Urgente
 
 

 

Gestionar el tiempo es la clave para poder vivir de manera equilibrada, con la serenidad que aporta el poder llegar a todo lo que necesitamos para sentirnos llenos.

Sin más, desearos a todos mis lectores unas felices vacaciones de Semana Santa y una feliz Pascua. Ha sido un placer compartir con vosotros mis reflexiones de este segundo trimestre.

Anabel Valera Ibáñez, directora ejecutiva de la Red de Directivos de Instituciones Educativas en España REDIE

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