
Jaime García Crespo lleva desde 1997 trabajando en el sector educativo. Actualmente es consejero delegado de Grupo Educación y Sistemas y de Grupo Innova Educación. Es autor de dos libros, “Fundamentos del Marketing Educativo” y “Modelo de gestión por procesos. Claves de la organización del centro educativo”. La relación con el día a día le permite valorar cómo está siendo la gestión de los centros educativos, a los que pide que piensen más en los aspectos de la gestión para seguir mejorando la educación.
¿Qué cualidades debe tener el directivo de los centros escolares?
Pienso que en estos momentos es muy importante tener una visión global de todo lo que implica el centro escolar, tanto del proyecto educativo como de la dimensión empresarial y de negocio. En los centros educativos, el área educativa es fundamental, sin duda. Recordemos que hay que tener en cuenta que se tiene una gran relación con las familias y con los alumnos, pero también debemos atender a la dimensión económica, financiera, la gestión de las personas, los sistemas informáticos, la planificación y el marketing y la comunicación.
¿Cuáles son los principales retos de la gestión de los centros escolares?
El desarrollo de una innovación realista y lógica. La reforma educativa se está produciendo por el gran impulso innovador que están realizando los centros educativos. La innovación metodológica hay que adaptarla a las expectativas de las familias. Curiosamente, esta innovación, sobre la base de metodologías activas, nos está retrotrayendo a lo que planteaban grandes teóricos de la educación de principios del siglo XX, como Montessori o Piaget. Ellos planteaban trabajar en las competencias, más que en hacer de nuestros alumnos contenedores de contenidos.
¿Quién puede realizar mejor esta innovación?
Los centros privados, porque son más flexibles y ágiles. Desde luego, entre los centros públicos hay buenos ejemplos, pero sus estructuras de gestión son mucho más lentas. En la innovación es importante la rapidez y la eficacia. Las familias tienen que ver los elementos diferenciadores en esta innovación en esos centros para que quieran apostar por ellos.
¿Qué supone la externalización de la gestión en los centros educativos?
Lo que facilita inicialmente es desarrollar una visión integral del centro , sobre todo en aquellos en los que la visión global no está muy desarrollada y están más centrados en la dimensión educativa. Estos centros, por ejemplo, algunos casos de cooperativas, carecen de los conocimientos y capacidades para tener seis departamentos de gestión. Nosotros podemos integrar de forma económica porque tenemos esa capacidad y una experiencia demostrada. Aquellos centros que no han trabajado habitualmente la gestión les supondrá un gran coste, por eso somos una buena opción. En el fondo es permitir a los centros centrarse en su “cuore” y delegar en expertos contrastados la gestión de las diferentes áreas.
¿Qué aporta el marketing en la gestión de los centros de educación?
Pienso que toda la organización debe estar enfocada en una visión de marketing, porque la relación con las familias y los alumnos es permanente y, actualmente, ese es el principio esencial en el que se centra el enfoque del marketing. Esa relación es la que hace que un colegio tenga éxito y sea atractivo para las familias. Desde luego pienso que también se debe romper con una visión negativa del marketing, puesto que desde siempre se ha hecho marketing, aunque no se supiera.
¿Cómo es la gestión de los centros en España con respecto a países de nuestro entorno
Respecto a los países anglosajones en los que el concepto de gestión ha venido desarrollándose desde hace tiempo, pienso que durante años hemos adolecido de una preocupación real sobre el modelo de gestión óptimo. Muchos centros están únicamente volcados en la dimensión educativa y se olvidan del ámbito de la gestión para la mejora de los centros, al igual que ha ocurrido en otros sectores como las residencias o los hospitales. Incluso en el sector público, como ciudadanos, deberíamos exigir que se hiciera un uso óptimo de los recursos producto de nuestro impuestos.