
Las mascarillas, acompañantes imprescindibles en la vida ciudadana desde hace ya dos años, podrían dejar de ser obligatorias en breve en las aulas. Así lo han pedido algunas comunidades, como Madrid, Cataluña y Andalucía, y así lo han pedido también la Asociación Española de Pediatría, (AEP). Del otro lado, el País Vasco mantiene su línea de prudencia extrema en todas las decisiones de la pandemia y AMECE, la Asociación de Enfermería Escolar, pide no acelerar innecesariamente los ritmos y sobre todo no hacer experimentos precisamente en las aulas escolares.
Este miércoles 9 de marzo se va a reunir el consejo interterritorial de Salud donde el ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas abordarán este tema, lo que no quiere decir que necesariamente se vaya a tomar una decisión al respecto.
Las comunidades, divididas
De alguna manera, la retirada de las mascarillas en las aulas parece plantearse como un anticipo de la decisión de suprimir la obligación de su uso en interiores de forma general.
Como ha venido ocurriendo casi desde el primer momento de la pandemia, no hay consenso entre los responsables políticos. Así el País Vasco mantiene su línea de prudencia extrema y medidas más duras. El lehendakari Iñigo Urkullu ha señalado que todavía es pronto para dejar las mascarillas en interiores, e incluso aconseja a sus ciudadanos que la sigan llevando por la calle. Por tanto, no parece que en el País Vasco haya que esperar una retirada a corto plazo de la obligatoriedad de llevar mascarillas en las clases.
Cataluña, por el contrario, que ha tomado algunas de las decisiones más duras en cuanto a protocolos restrictivos, horarios de cierre de la hostelería, cuarentenas y toques de queda, se muestra ahora partidaria de medidas mucho más laxas. El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ha propuesto una retirada progresiva de las mascarillas comenzando por las escuelas. Madrid también cree que ha llegado el momento de quitar las mascarillas en los colegios y Andalucía ha empezado a barajar como fecha hacerlo después de Semana Santa.
Sin acuerdo entre los profesionales
Tampoco hay acuerdo entre algunas asociaciones de profesionales. La Asociación Española de Pediatría propuso, a partir de un documento de su Grupo de Trabajo de Reapertura de la Escolarización, un calendario para la retirada progresiva de las mascarillas en las clases, que debería de haber empezado a finales de febrero con primero y segundo de primaria, y que culminaría con Bachillerato a partir del 9 de mayo. A cambio, proponían un refuerzo de los protocolos de ventilación.
Desde AMECE, su presidenta, Natividad López apuesta por la prudencia. En declaraciones a ÉXITO EDUCATIVO sostiene que “la retirada de mascarillas, sin poner fechas, debiera ser cuando baje bastante más la incidencia”. Piensa que si se mantiene el descenso de casos, en poco más de un mes, “con la incidencia mucho más baja”, podría hacerse esa retirada con mucha mayor seguridad.
El documento de la AEP señala la posibilidad de usar las escuelas “para monitorizar el impacto de una desescalada progresiva de mascarillas en interiores”. Para Natividad López eso es tanto como experimentar con los niños de las escuelas. “Si la incidencia baja, que se retiren las mascarillas en los interiores, en todos”, sostiene Natividad, que denuncia los insultos y amenazas anónimas que su asociación ha recibido en redes sociales por sostener esta posición.
Desde AMECE se respeta la postura de quienes alegan el daño educativo que tienen los chavales por tener que estar con la mascarilla en clase, pero aseguran que “no percibimos, los niños tampoco, que llevar la mascarilla puesta en interiores todavía, sea una penalización. De hecho, llevar mascarillas nos ha protegido de muchos contagios y no olvidemos que en los colegios hay también muchos niños con vulnerabilidad, enfermedades crónicas, raras, discapacitantes, ¿se les quita a todos o a unos sí y a otros no?” concluye Natividad López.
¿Cada colegio decidirá?
Mirando a lo ocurrido en las últimas semanas, la autorización para que los alumnos no lleven mascarilla en el recreo, finalmente no fue aplicada por muchos colegios. En Madrid, por ejemplo, la orden de Sanidad advertía que lo que dice la normativa del ministerio de Sanidad sobre el uso de mascarillas en la calle, es que se puede ir sin ella en exteriores siempre que se respete la distancia mínima de seguridad de un metro y medio. En no pocos centros los equipos directivos optaron por mantener la obligatoriedad de uso de la mascarilla también durante los recreos, ante la imposibilidad de garantizar esa distancia mínima de seguridad durante los juegos en los patios.
En esta sexta ola que mantiene su acusada línea de bajada, el número de casos por Ómicron ha sido relativamente bajo. Las nuevas normas menos exigentes, sobre cuarentenas y cierre de aulas, han permitido no tener que cuarentenar a tantas clases como habría que haber hecho en otros momentos. Lo cierto es que las aulas confinadas y los alumnos y profesores de baja por COVID han dejado de ser noticia desde hace semanas.