Los colegios La Paz y los Sagrados Corazones, Medalla de Oro de Torrelavega

De Dagane - File:Vistasolvay.jpg, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=46150094

La Congregación de los Sagrados Corazones ha sido distinguida con la Medalla de Oro de la Ciudad de Torrelavega con la que se reconoce la labor educativa, social, cultural y deportiva desarrollada durante más de 100 años en los colegios La Paz y los Sagrados Corazones.

Entre los méritos destacados por el Ayuntamiento de Torrelavega destaca la vinculación con la ciudad desde que la Congregación de los Sagrados Corazones llegó en 1881, con más de un siglo trabajando en el ámbito educativo, pero también en el ámbito social, cultural y deportivo, mostrando en todo este tiempo su compromiso con la ciudad.

Por las aulas de sus dos colegios han pasado cientos de generaciones de torrelaveguenses que, con el paso de los años, han destacado en diferentes ámbitos, pero también docentes, trabajadores y familias que han contribuido a situar a los centros de la Congregación (colegio de los Sagrados Corazones y colegio Nuestra Señora de la Paz) como un referente.

Torrelavega aún no había recibido el título de ciudad cuando, gracias a las gestiones del párroco Ceferino Calderón, la Congregación se instala en Torrelavega y un grupo de religiosas abre su primer colegio en la Plaza Mayor con la prioridad de facilitar educación a las mujeres, también a quienes tienen menos recursos. Más tarde, se trasladan a la calle Julián Ceballos y, posteriormente, en 1966, las alumnas fueron trasladadas al actual centro.

Más adelante, en 1921 se construyó el colegio de los Padres. Contribuyó para ello con una importante donación la viuda del médico y alcalde de Torrelavega, Gregorio Martín Blanco, Dolores Velo Cabrero que, con su aportación, 180.000 pesetas, hizo posible la instalación en Torrelavega del colegio para la educación de los niños, que, hasta ahora, los que podían estudiaban en el colegio de Villacarriedo.

Con esta donación se compró la casa de la Pizarra, fue el embrión para la fundación del Colegio de Nuestra Señora de la Paz. Poco después el centro se trasladará al actual emplazamiento. El edificio, obra de Francisco Coello de Portugal, con fachada de José María Subirachs, forma parte del Inventario General del Patrimonio de Cantabria desde 2002. Con el paso de los años, los religiosos fundarían también una comunidad en Sierrapando, junto a la parroquia de los Santos Justo y Pastor.

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