
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que el número de hogares sin ingresos con al menos un niño o adolescente, con lo que ello conlleva de repercusión en la educación de los menores, han descendido en 9.000 en el primer trimestre de 2023, hasta los 112.400 hogares, en comparación con el último trimestre de 2022.
El peso relativo de este tipo de hogares sobre el total de hogares sin ingresos se estabiliza en 2023, y se mantiene por debajo del 20% del total de hogares en esta situación.
Los hogares sin ingresos, tanto el total como aquellos con al menos un menor de 18 años a cargo, han recuperado las cifras previas a la crisis de la Covid-19 en solo dos años. En el caso de los hogares sin ingresos con niños, niñas y adolescentes, esta cifra se sitúa incluso por debajo de los datos anteriores a la pandemia.
A diferencia de las consecuencias de la crisis de 2008, la recuperación de la crisis de la Covid-19 ha impactado en menor medida en la población más vulnerable. En el caso de la crisis de 2008 las cifras de hogares sin ingresos se mantuvieron al alza hasta 2015 y no alcanzaron cifras previas a 2009 hasta 2022.
Los datos de la EPA indican también que los hogares sin ingresos con al menos un niño o adolescente se consolidan en 2023 en niveles similares a los de antes de la recesión económica provocada por la crisis de 2008 con una reducción del 54,5% en el primer trimestre de 2023 respecto al punto más alto de la serie en 2013.
De esta forma, el número de hogares sin ingresos con al menos un hijo a cargo se aleja del pico de 222.900 hogares en 2013 (110.500 hogares menos), así como del pico experimentado en el segundo trimestre de 2020 debido a las medidas de confinamiento.
La evolución del número de hogares sin ingresos en España permite hacer un seguimiento de situaciones de especial vulnerabilidad, en particular si en estos hogares viven niños o adolescentes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, se consideran hogares sin perceptores de ingresos aquellos en los que ninguno de sus miembros declara tener trabajo, recibir una pensión de jubilación o de otro tipo o percibir subsidio de desempleo, estén inscritos o no como demandantes de empleo.
Aunque el indicador Hogares sin ingresos con al menos un niño o adolescente captura de manera muy restrictiva la vulnerabilidad económica en la infancia es una de las escasas formas que existen de acercarse a este tipo de realidades dentro de un marco temporal relativamente próximo.
El carácter trimestral de los datos de la EPA con los que se calcula ofrece una mayor proximidad temporal que otros indicadores obtenidos anualmente basados en otras fuentes de datos como la Encuesta de Condiciones de Vida y que se publican con una periodicidad más dilatada.
Hogares sin ingresos en la última década
La crisis económica de 2008 y las lagunas de la protección social han contribuido de forma determinante al auge de los hogares sin ingresos durante la última década, hogares que se han visto inmersos en una situación de especial desamparo.
El punto máximo se alcanza a finales de 2013 con 773.200 hogares, el doble que a principios de 2008. Particularmente vulnerables son aquellos hogares sin ingresos con niños, niñas o adolescentes a cargo. En comparación con el total de hogares sin ingresos, el impacto de la crisis económica de 2008 fue mayor para los hogares con niños, niñas o adolescentes. En 2013, el punto álgido de la crisis, su número era más del triple que en 2008.