
Se llama Nuevo Contexto de Aprendizaje (NCA) y las 115 obras educativas – incluidas dos universidades – que los hermanos de La Salle tienen en España lo han empezado a aplicar desde hace 3 años. Una nueva forma de abordar la educación que se puede muy bien calificar de revolucionaria: sin libros tradicionales, ni horarios cerrados por asignatura, con nuevos espacios educativos y una nueva forma de evaluar. Una educación que no se basa de forma preferente en lo memorístico o la pura aprehensión de conocimientos.
Jesús Félix Martínez, director de la Red de Obras Educativas La Salle en España y Portugal afirma que “se puede decir que es una revolución, no queremos ponernos medallas, pero es una revolución en el sentido que es un cambio muy significativo”. Para explicar este proceso apasionante, nos cuenta que desde sus comienzos hace 340 años, La Salle siempre tuvo como sello lo que ahora se llama “innovación”, que, nos dice, “tiene que ver con tener siempre los ojos muy abiertos a lo que pasa en el mundo, en la sociedad, a las personas que tenemos delante de nosotros, dejarnos impresionar por ello y ponernos a pensar juntos.”
Reflexión común
Hace 10 años se inició un proceso de reflexión, compartido por escuelas, educadores, directivos y familias, que dio paso a la formación de un equipo de estudio. A partir de una “mirada crítica, en el mejor de los sentidos, a la oferta que tenemos en nuestra escuela, a lo que estaba ocurriendo en la sociedad, e incluso a propuestas educativas que creíamos que eran muy positivas”, este equipo redactó un proyecto. Su aprobación el año 2018 supuso la puesta en marcha del Nuevo Contexto de Aprendizaje.
“Para nosotros – explica el hermano Jesús Félix Martínez – es enriquecer la cultura de escuela en la que creemos yendo, en primer lugar, al aprendizaje. Estábamos demasiado volcados en la enseñanza. Si queremos que el niño, o la niña, o el joven, sean protagonistas de su aprendizaje, eso significa que hay un rol diferente dentro de la escuela, enriquecido respecto a lo que teníamos.”
Contextos
El aprendizaje tiene mucho que ver con el contexto en el que se realiza. Entendiéndolo “desde el contexto de la organización de los tiempos. También educa la importancia que le damos a cada uno de los momentos. Tiene que ver también con las oportunidades que damos para poder aprender desde diferentes puntos de vista, para que el desarrollo de las competencias sea posible. Que es lo que llamamos ámbito de aprendizaje y los chavales tienen oportunidad de vivir la experiencia, no en un horario tradicional, sino en un horario que se acomoda a la necesidad que tiene la propuesta didáctica que ofrecemos.”
Y nuevo porque se quiere responder con agilidad a los cambios sociales. No se trata de cambiar cada año, puntualiza el Martínez, “pero sí ir incorporando a nuestra escuela lo que está experimentando el mundo, la sociedad.”
Cambios profundos en horarios, aulas y libros de texto
Lo más llamativo, lo que lleva a hablar de revolución, es que no hay libros, ni horarios tradicionales, que se transforman las aulas y cambia radicalmente la forma de evaluar. “Todo eso es así – explica – pero con un matiz. Hay horarios en función de esos contextos, que requiere cada espacio. Tenemos unos ámbitos de aprendizaje en los que hay espacio para el conocimiento, para el crecimiento de la persona en el ser, para el saber hacer. Cada ámbito requiere un horario. En los proyectos, empiezan a funcionar muchas áreas al mismo tiempo. Entonces los horarios no pueden ser los tradicionales, evidentemente no.”
Respecto a los espacios educativos, el hermano Martínez explica que “tenemos un proyecto de ir poco a poco acomodando las aulas, no se puede hacer todo de golpe. Lo que sí tenemos claro es que todo aquello que vayamos haciendo nuevo, lo vamos haciendo con unas claves.” Un equipo con arquitectos y otros especialistas son los encargados de configurar ese paisaje educativo, porque “el contexto espacial facilita el aprendizaje. Es un elemento muy importante.”
“El tema de libros, pues es verdad, – explica con sencillez – no tenemos el libro tal cual y hemos renunciado a propuestas editoriales porque entendíamos que no daban solución a una cuestión importante. Nosotros tenemos en La Salle muchos programas propios que habíamos ido incorporando poco a poco, pero que se entendían como un añadido a lo que tienes que hacer como obligado. Ahora todo eso está integrado en la propuesta de manera natural. Eso no lo puedo ofrecer ningún libro. Por eso tenemos unos materiales de apoyo elaborados por nosotros”.
Nuevo proceso de evaluación
Partiendo de la base de que evaluar sólo los conocimientos aprendidos de memoria no era suficiente, que había que ir más allá, en los boletines de los colegios de La Salle, junto a la nota de las áreas – como es obligatorio – aparece un espacio donde se observa el crecimiento del alumnado en las competencias. Las familias también pueden ver como crecen en lo que llaman “principios pedagógicos” que, explica el hermano Martínez, “es como el esqueleto de la persona al que incorpora todos los elementos que la conforman. En la evaluación nosotros queremos ofrecer información de cómo crecen los alumnos en esos cinco principios pedagógicos: construcción del pensamiento; integridad; dimensión social; mente, cuerpo y movimiento; y autorregulación.” Para realizar esta evaluación de manera sistemática, se ha creado una estructura informática que permite valorar al mismo tiempo distintas competencias, áreas y principios pedagógicos.
“Tenemos arbitrada una evaluación que es realmente integral y que es la que recoge el crecimiento de la persona en cualquier ámbito. Un niño puede aprender a sumar, pero la competencia de matemáticas no tenerla desarrollada, porque no llega a comprender. Intentamos aportar información sobre cómo crece ese niño o esa niña, en todos los ámbitos. Y eso significa que no puede depender solo de la observación y de la intuición del docente, tiene que haber evidencias que el educador va incorporando y sin ser consciente, para llegar a una nota, la ha ido alimentando de 20, 30 ó 40 inputs distintos.”
Las joyas del proyecto
La evaluación es una de las “joyas del proyecto” de las que habla con orgullo el hermano Jesús Félix, pero hay más. La primera es la inclusión. “La preocupación fundamental para nosotros es que nadie se quede fuera. O por lo menos ir incluyendo de manera notable a esos chavales que se quedan al margen, y por ahora parece que va resultando.”
Otra es la orientación de los talleres, la construcción del ser. “Tenemos que facilitar que las personas se vayan construyendo, que los chavales vayan creciendo personalmente.”
Un nuevo eje fundamental es lo que definen como cultura vocacional, de forma que todos, alumnos, alumnas y educadores, encuentren su sitio en la vida, aquello que les hace felices. “Para eso hay muchas propuestas pedagógicas que lo facilitan.”
Hoja de ruta
El proyecto se está ya empezando a aplicar en la extensa red formada por los 115 centros lasalianos de España, que intengran 95 colegios, 2 universidades y otras obras socioeducativas. Se va a aplicar desde los 2 años hasta la universidad de forma gradual. El proceso empezó hace 3 años con 17 colegios de primero a tercero de primaria, y a día de hoy ya lo están aplicando los 81 centros que tienen esta etapa. Hasta el año 2025 ó 2026, se irán incorporando todas las obras educativas en todas las etapas.
Como ocurre siempre que se produce un cambio tan profundo como este, las respuestas son variadas y es inevitable un grado de incertidumbre. El hermano José Félix reconoce que la pandemia no ha ayudado a despejar esta incertidumbre en las familias, porque antes podían acceder a las aulas y comprobar cómo se desarrollaba el proyecto. Pero conforme pasa del tiempo, van entendiendo en qué consiste el Nuevo Contexto de Aprendizaje y desaparecen las dudas. “No tiene nada que ver el colegio que está en el primer año de despliegue con los que están en el segundo o en el tercero”.
“Los niños aprenden más y mejor”
A los educadores les está costando porque “todo proyecto tan significativo supone cambiar a nivel mental y también trabajar mucho para situarse en el nuevo contexto”, pero lo que dicen es que no volverían atrás. Los que están viviendo el segundo o tercer año lo hacen con mucha más serenidad e ilusión. Y los alumnos, según el hermano Martínez “el 100% encantados, felices, disfrutando, porque realmente están siendo protagonistas y esto nos lo dicen todos. Incluso el profesor que tiene más dificultades dice que los chicos están encantados y los chicos están felices. Las evidencias que tenemos hasta ahora es que los niños aprenden más y mejor. Porque cuando uno es protagonista de lo que hace y no solo aprende de memoria, la comprensión se incrementa de manera notabilísima.”
La dirección de los colegios lasalianos quiere ratificar estas impresiones y para ello ha puesto en marcha estudios y análisis desde sus campus universitarios con 11 líneas de investigación que evaluarán todo el proceso.
La recepción de las autoridades educativas de las 14 comunidades autónomas donde tienen centros ha sido “muy positiva”, explica José Félix Martínez que cree que su proyecto comparte intuiciones pedagógicas con la LOMLOE. Además, su flexibilidad le permite adaptarse a la legislación sin problemas.
Dificultades para trasladar el modelo
Las posibilidades de replicar este modelo son limitadas por varias razones, según el director de la Red de Obras Educativas La Salle en España y Portugal. “Nuestro proyecto está apoyado en lo que ya se está moviendo en nuestra escuela, con programas propios, así que no es fácilmente trasladable. Lo que es trasladable es el proceso de reflexión y la búsqueda de una solución adecuada. Ahí puede haber instituciones que lleguen a su propia propuesta que a lo mejor va a ser más rica que la nuestra. Lo importante para nosotros es el proceso de reflexión que hemos hecho, de análisis profundo y de búsqueda, juntos, de la mejor solución.” También hay que tener en cuenta que los colegios de La Salle en España tenían una larga trayectoria de trabajo en red y que las realidades sociales son muy diferentes según los países y ambas características condicionan de manera fundamental todo el proyecto.
Instituciones educativas de España y Latinoamérica se han interesado por este modelo, y La Salle tiene la intención de hacer un congreso que pondrá el acento en lo que pide la sociedad de hoy y las respuestas que le puede dar la escuela.
“Hay un elemento muy importante para nosotros – remata el hermano José Félix – y es que no es un proyecto metodológico, es una cultura de organización. Eso significa que todo nuestro plan de formación lo estamos reformulando desde las claves que tiene el Nuevo Contexto de Aprendizaje. Todos nuestros encuentros, nuestras reuniones, siempre están en esta clave, porque entendemos que lo que está debajo, que es experiencia personal, relaciones entre personas y otras claves que tenemos, todo eso es válido para todos, no solo para el alumno. Es un proyecto que intenta dar sentido a todo lo que hacemos.”