
“La constitucionalización del derecho a conciliar la vida personal y laboral” es el título de la publicación de la profesora del Área de Derecho Constitucional de la Universidad Miguel Hernández de Elche Nuria Reche.
En esta monografía se aborda el carácter fundamental del derecho a conciliar la vida personal y laboral y la necesidad de su incorporación a la Carta Magna. Con ello se consigue la tutela y efectividad de la igualdad de mujeres y hombres como la de otros derechos constitucionales. Según la autora de esta publicación, “este nuevo derecho fundamental es fruto de ese ‘árbol vivo’ que es la norma jurídica suprema”.
Nuria Reche señala que el análisis de los derechos de conciliación en el plano ordinario revela un exponencial crecimiento en las últimas décadas. Muestra que se trata de una reivindicación básica de la ciudadanía. Descubre las firmes resistencias que ponen de manifiesto la falta de implicación de los poderes públicos y privados en la garantía de una vida de calidad y un trabajo decente. La autora de esta monografía afirma que “consecuencias significativas de ello las encontramos en la persistente discriminación de las mujeres en el trabajo, la baja natalidad, el desamparo de las personas mayores precisadas de cuidados o la precariedad laboral de los más jóvenes”.
Evolución del derecho
La monografía recoge que, desde comienzos del nuevo siglo, tanto la normativa internacional y europea como la jurisprudencia de los altos tribunales han sentado las bases de la construcción del derecho a conciliar y en el ordenamiento interno, la LOI 3/2007 supuso un impulso en su dimensión constitucional.
En el proceso de conceptualización, afirma que “cobra especial importancia el estudio de los diferentes tratados internacionales, de los que se desprende su carácter complejo, lo que conduce a abordar la naturaleza y el contenido de este derecho desde una perspectiva amplia en la que se examinan, en primer lugar, todos los derechos fundamentales que considera implicados en su ejercicio para, a continuación, acometer su construcción teórica, partiendo de la necesidad de su reconocimiento como un derecho fundamental autónomo y analizando finalmente su contenido esencial y adicional, así como sus límites”.
Todo ello, le lleva a concluir que, en una eventual reforma constitucional, resultaría imprescindible la inclusión del derecho fundamental a la conciliación de la vida personal y laboral. Así se llevaría a la Carta Magna el lema “lo personal es político” y se posibilitaría la compatibilidad de los espacios público/privado para toda la ciudadanía en condiciones de igualdad.