Siete de cada diez argentinos expresan su preocupación por el estado y desarrollo de la educación en su país, de acuerdo con la última encuesta de Statista Consumer Insights, que sitúa al país andino a la cabeza del ranking de países del mundo cuya población comparte ese sentimiento.
Por encima de la mitad de los ciudadanos encuestados, además de Argentina, con ese 71%, se encuentran en la misma situación Brasil, México y Sudáfrica, que afirman que la educación representa un reto para su país,
Si bien la encuesta sólo abarca 21 países, explica en su web Statista, las diferencias entre los tres primeros y los tres últimos son significativas, ya que el porcentaje medio de encuestados de todos los países fue del 37%. Eso hace a Argentina destacar aún más en esta escala negativa.
La encuesta consultó a entre 8.000 y 60.000 residentes por país y se ponderó en función de indicadores demográficos relevantes como la distribución regional, la edad y el sexo para garantizar una mayor representatividad.
En la otra cara, de países cuya población se muestra satisfecha con su educación, se encuentran muestra a Suiza, con solo el 21% que la reprueban; Japón (22%) y Corea del Sur (24%), países con el menor porcentaje de participantes preocupados por la educación.
El caso de Argentina es llamativo y coincidente con las recientes manifestaciones masivas en defensa de la educación pública, que han sido una de las más significativas de los últimos 20 años. Estas protestas han surgido en reacción a las políticas del presidente Javier Milei, quien ha propuesto recortes severos al presupuesto universitario y ha vetado una ley de financiamiento para las universidades.
Estudiantes, docentes y sindicatos se han unido en los últimos días en varias ciudades, como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, para expresar su oposición a lo que consideran un ataque a la educación pública.
Los manifestantes destacan la importancia de la educación universitaria gratuita, que ha permitido una movilidad social ascendente en el país. También exigen la restitución del Fondo de Incentivo Docente y mejores condiciones para jubilados. Las universidades públicas, como la Universidad de Buenos Aires (UBA), han sido las más afectadas por los recortes, y muchos temen el cierre de instituciones debido a la falta de recursos financieros.
Esta ola de manifestaciones refleja el amplio apoyo social a la educación pública en Argentina, con la participación de diferentes generaciones, incluyendo abuelos, padres y estudiantes, todos comprometidos en la defensa de un derecho que consideran esencial para el futuro del país.