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Sanoma Educación, la empresa finlandesa que adquirió a PRISA la editorial Santillana en 2020 aduce causas técnicas, organizativas y de producción para justificar el Expediente de Regulación de Empleo que afectaría, en principio, al 20% de su plantilla en España.
El anuncio ha sido rechazado por la división de Servicios a la Ciudadanía del sindicato CCOO, que se decanta por intentar antes medidas “menos traumáticas” que la de los despidos de trabajadores.
Sanoma Educación, que forma parte del Grupo Sanoma, se ha expandido recientemente de forma significativa en el mercado europeo del aprendizaje a través de adquisiciones, entre ellas la de Santillana España.
A pesar de estos movimientos estratégicos, la compañía se enfrenta a retos relacionados con el aumento de los costos operativos, impulsados en particular por la inflación y los problemas de la cadena de suministro.
Por ejemplo, los mayores costos de papel y mano de obra han afectado los ingresos, particularmente en mercados como los Países Bajos. Además, las inversiones en curso en plataformas digitales y la integración de adquisiciones recientes han impactado el flujo de caja libre de Sanoma.
En España, la adquisición de Santillana por parte de Sanoma ha brindado oportunidades de crecimiento, especialmente en relación con las reformas curriculares como la LOMLOE. Sin embargo, este crecimiento va acompañado de las presiones financieras típicas durante esas transiciones, en las que el aumento de los costos y la prolongación de los ciclos de pago contribuyen a la complejidad de la gestión de las corrientes de efectivo.
Sanoma Educación presentaba este miércoles, 2 de octubre, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría afectar a un 20% de su plantilla a nivel estatal. CCOO rechaza este ERE, que podría suponer el despido de unas 90 personas trabajadoras.
En un comunicado al que ha tenido acceso ÉXITO EDUCATIVO, la empresa justifica esta medida por causas técnicas, organizativas y de producción. CCOO y la Comisión Representativa de la Personas Trabajadoras (CRT) han manifestado su desacuerdo con una medida tan drástica para la plantilla, compuesta por unas 450 personas, sin haber planteado antes otras posibles vías menos traumáticas.
Igualmente, considera este despido colectivo “inaceptable” teniendo en cuenta que Santillana España es “líder en el sector editorial y tiene beneficios económicos”.
La adquisición de Santillana España por parte de Sanoma Educación fue un movimiento estratégico importante que se completó en 2020. El acuerdo fue valorado en 465 millones de euros, y permitió a Sanoma expandir significativamente su presencia en el mercado de aprendizaje en España.
Santillana, que hasta entonces era parte del grupo PRISA, se destacaba como uno de los principales proveedores de contenido educativo en España, con una sólida trayectoria en la producción de libros de texto y material didáctico. La venta se centró exclusivamente en el negocio de Santillana España, mientras que PRISA mantuvo el control de las operaciones de Santillana en América Latina.
La adquisición se dio en un momento en el que el sector educativo estaba en plena transformación digital, y tanto Sanoma como Santillana compartían la visión de acelerar la digitalización de los contenidos educativos. Esta operación permitió a Sanoma aprovechar la reforma educativa en España (LOMLOE), que demandaba nuevas versiones de libros de texto y material digital.
Con la compra de Santillana, Sanoma reforzó su presencia en un mercado estratégico y se consolidó como un actor clave en el aprendizaje K-12 en Europa. El acceso a la sólida cartera de productos de Santillana en España permitió a Sanoma aumentar su escala y eficiencia, creando sinergias a través de la combinación de contenido impreso y digital.
A pesar de los beneficios, la adquisición también planteó retos, principalmente en cuanto a la integración de operaciones y los costes asociados. El proceso de incorporación de las operaciones de Santillana a la estructura de Sanoma se planificó para desarrollarse a lo largo de varios años, lo que involucraba la adaptación de ambas empresas en términos tecnológicos y operativos.