Con una sólida trayectoria en el ámbito educativo y una firme convicción en la educación como herramienta de equidad y desarrollo social, Pilar Ponce Velasco, presidenta del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, ha desarrollado su carrera como coordinadora de programas de la UNESCO en África y asesora del Grupo Parlamentario Popular en España. En esta entrevista en ÉXITO ÉDUCATIVO analiza cómo su labor se ha enfocado en integrar innovaciones educativas en la Comunidad de Madrid, lo que refuerza su papel como promotora del progreso y la inclusión social. Su visión global hacen que se enfoque en la promoción de la equidad y la participación ciudadana en la educación.
Pilar, ¿podría compartir con nosotros su visión global sobre los principales retos que enfrenta el sistema educativo en la Comunidad de Madrid?
Me vais a permitir que responda como presidenta del Consejo Escolar, partiendo de las cuestiones que más directamente trabajamos. Desde esta perspectiva, creo que uno de los grandes retos que tenemos es trabajar toda la comunidad educativa de forma conjunta, sumando fuerzas y poniendo al alumno en el centro, que prime el interés superior del menor.
Seamos docentes, familias, titulares de centros o la administración educativa, lo que más nos importa a todos es la educación de los alumnos, que reciban la mejor educación posible, refiriéndonos a educación en sentido amplio. Y creo que como sociedad también debe ser uno de los principales retos que nos marquemos: que los más pequeños y nuestros jóvenes reciban la mejor EDUCACIÓN posible (con mayúsculas) porque es lo que nos permitirá continuar y mejorar como sociedad.
Si todos buscamos eso y somos capaces de ponernos de acuerdo y trabajar mano a mano, tendiendo puentes de ida y vuelta por los alumnos, seguro que, además de mejorar la educación y las opciones de futuro de los alumnos madrileños, somos capaces de resolver otra serie de retos y cuestiones pendientes.
Como presidenta del Consejo Escolar, ¿qué medidas considera cruciales para abordar la brecha de equidad y acceso a la educación en la región?
En primer lugar, señalar que el acceso a la educación en la región es universal y que un sistema como el madrileño, con libertad de elección de centro, que rompe eso que se llama “la carga del Código Postal”, multiplica las oportunidades de nuestros alumnos.
No obstante, hay cuestiones muy importantes que debemos trabajar, como la orientación y el retorno educativo. El último año y medio el Consejo Escolar ha trabajado profundamente en estas dos cuestiones.
Por un lado, en la orientación, entendida como un acompañamiento integral de los jóvenes que les permita tomar buenas decisiones que les mantengan en el sistema educativo. La Formación Profesional, por ejemplo, es un itinerario que responde a los intereses de muchos jóvenes, que se sienten más motivados por unos estudios más prácticos y centrados en materias que les gustan que por otros más teóricos. Desde la FP Básica, vemos auténticos “milagros educativos” de alumnos que podrían estar en la calle, y que sin embargo han encontrado su camino y van cumpliendo sus metas y sus sueños gracias a la Formación Profesional.
En línea con esto, tenemos el reto del retorno educativo: mejorar el nivel educativo de la población, principalmente de los que abandonaron los estudios y se encuentran con unas limitadas opciones profesionales y vitales y necesitan volver a estudiar.
En la Comunidad de Madrid tenemos los CEPA, Centros de Educación de Personas Adultas, que ofrecen muchas oportunidades para titular en la ESO, hacer el acceso a la Universidad, a los títulos de FP, también para cursar FP, etc. Tenemos las UFIL, Unidades de Formación e Inserción Laboral, con diversos programas profesionales. Están también los cursos de acceso a FP que se pueden realizar en Institutos, etc. Hay una oferta importante de alternativas para volver a estudiar, pero necesitamos que se conozcan y motivar a la gente para que las utilice y sea consciente de las opciones vitales que le pueden ofrecer.
Ha trabajado en diversos proyectos educativos internacionales. ¿Cómo han influido esas experiencias en su enfoque actual hacia la educación en Madrid?
Somos el conjunto de todo lo que hemos vivido. Indudablemente mi experiencia en contextos como Benín, la Angola de la post-guerra o Etiopía marca mi vida y mi forma de ver lo que me rodea. Eso sirve para relativizar los problemas y buscar soluciones prácticas y realistas en lugar de agobios sinsentido y para empatizar con la gente, entender mejor de qué te habla el otro y acompañarle.
Decía antes que hemos trabajado cuestiones como la orientación (acompañar a los alumnos) y el retorno educativo (de los que están fuera del sistema). Entiendo que mi experiencia previa me hace poner el foco en cuestiones como estas.
También te ayuda a ir a la esencia de las cosas. Cuando trabajaba en Formación Profesional con los salesianos en Angola las empresas decían que querían a nuestros alumnos porque eran “limpios, puntuales y responsables” y que lo que les faltase de conocimiento, les ayudarían ellos. Pero esas tres cosas eran esenciales. Creo que nosotros necesitamos entender cuáles son esas cosas imprescindibles que necesitan nuestros alumnos del Madrid de 2025 y trabajar para que las tengan.
Y siguiendo con lo esencial, mi experiencia me ayuda a ver lo importante de propuestas básicas que en estos momentos está realizando la Consejería de Educación y que, en muchos casos, son una apuesta directa de la presidenta Ayuso, como la importancia de la danza, del arte en general, o cuestiones fundamentales como jugar en el patio, estar con los amigos, hacer teatro, etc. Actividades que nos ayudan a relacionarnos, a crecer y nos sacan de nosotros mismos, cuidando la salud mental de los más jóvenes y dándoles alternativas a las pantallas.
No creo que dar importancia a esto sea por tener “experiencia internacional”, más bien por tener sensibilidad y pensar en las cosas esenciales que pueden ayudar a nuestros jóvenes.
En su opinión, ¿cuál es el papel de la innovación educativa en el fortalecimiento de la educación pública en la Comunidad de Madrid?
Tiene un papel esencial, como lo ha tenido siempre. En lo alto del Círculo de Viena está escrito “Der Zeit ihre Kunst. Der Kunst ihre Freiheit”, a cada época su arte, a cada arte su libertad. La innovación educativa significa estar adaptando continuamente lo que enseñamos a la realidad que tenemos, a la época que vivimos.
Debemos entender a los alumnos, sus tiempos, su universo, mirarlos a los ojos y saber cuál es la mejor forma de enseñarlos. Cuando hablamos de innovación educativa hablamos de la importancia que puede tener una pregunta generadora en una clase, aprovechar un formato de podcast para escribir un relato en grupo, utiliza la poesía para hablar de salud mental y de autonoconocimiento, ser orientadores en cada clase poniendo ejemplos de para qué sirve lo que se está enseñando, ejemplos que harán la clase más práctica y acercarán más a los alumnos al conocimiento, etc.
Creo que es imposible educar sin innovar, porque los docentes somos humanos, no loritos de repetición y vamos adaptándonos y mejorando en cada clase. Cuando vas por los centros ves ejemplos extraordinarios de profesores, de equipos directivos que han revolucionado un centro gracias a las comunidades de aprendizaje y las tertulias dialógicas, o haciendo que los alumnos aprendan historia y la cuenten como si fuera un telediario, etc. O la infinidad de modelos que tenemos de “Aula del Futuro”.
La Comunidad de Madrid cuenta con un sinfín de experiencias de innovación educativa que merecen ser contadas y replicadas. Para eso, desde el Consejo Escolar tenemos la Revista Debates donde semestralmente se recogen esas buenas prácticas que pueden multiplicarse y ayudar a muchos centros.
La tecnología y las adicciones digitales son temas preocupantes. ¿Qué estrategias cree que deberían implementarse para garantizar una navegación segura en el entorno escolar?
Ese es uno de los temas que más estamos trabajando, desde 2021 en el Consejo Escolar. Me vais a permitir recomendar las Guías de Navegación Segura para docentes, familias y alumnos que ha editado el Consejo Escolar y en las que hay muchos ejemplos, recursos, actividades, dónde pedir ayuda, etc., que pueden ayudar a toda la comunidad educativa a afrontar los riesgos de las tecnologías.
En nuestro caso, además de la publicación de las Guías, estamos acercándonos a equipos directivos y orientadores de las distintas Direcciones de Área para explicarles los riesgos que pueden suponer las tecnologías. Y también buscamos puntos de encuentros y foros para llegar a las familias.
Se debe explicar mucho el riesgo de las adicciones comportamentales, de las adicciones tecnológicas, en este caso, el impacto que tiene en nuestros hijos, el riesgo que supone, hablar con ellos, dar un buen ejemplo. Esto es esencial. ¿Cómo pretendemos que no se enganchen los hijos al móvil si nos ven todo el día pegados a él? Van a repetir lo que hacemos.
Por otro lado, en un cuestionario que realizamos en 2022 sobre uso de las tecnologías, entre otros datos, se plasma uno muy curioso: los alumnos entienden que los adultos (padres y profesores) conocemos bien qué es un móvil, que sabemos sus riesgos, lo que supone y que, si se lo damos, es porque nosotros “controlamos” que eso no sea perjudicial. Es muy interesante ver en este cuestionario unas respuestas bastante serenas y ajustadas de los alumnos, frente a otras de mayor miedo y mucha más preocupación de los adultos. Y tienen razón los chicos: ellos entienden que nunca les daríamos un arma cargada porque les queremos y nos preocupan. Por eso no pueden pensar que les hayamos dado esa “arma cargada”, esa puerta al infinito que es el móvil sin estar seguros de que no les hará sufrir.
Estos mensajes se los tememos que hacer llegar a toda la comunidad educativa y sensibilizar y explicar todo lo que supone.
Pilar, ¿cómo está fomentando la participación de la comunidad educativa en la toma de decisiones en el Consejo Escolar?
El Consejo Escolar es el órgano de participación de la comunidad educativa, por lo que todo lo que hacemos va dirigido a ese fomento de la participación. Lo hacemos formalmente a través de las Comisiones de Dictámenes, de Estudios y la Comisión Permanente, que son las que dictaminan la normativa sobre educación de la Comunidad de Madrid. Y se hace también a través de las distintas actividades que organizamos: el Foro por la Convivencia, el Encuentro Familia-Escuela, la Jornada Educación y Liderazgo de la Mujer, sesiones de debates sobre temas concretos, sesiones de trabajo en las que participan expertos, consejeros de nuestro Consejo y otros representantes de la comunidad educativa, etc. Muchas actividades en las que buscamos siempre que haya una participación plural y se pueda escuchar, dialogar y proponer para seguir mejorando la educación madrileña.
Además, la Revista Debates se ha convertido en una gran herramienta de participación. Como decía antes, incluye buenas prácticas de los centros educativos que nos cuentan sus experiencias y nos sirven de modelos para los demás. También tiene artículos especializados, entrevistas y recursos. Su riqueza hace que sea una buena herramienta y, sobre todo, que sea un referente de los temas que tratamos. En Educación Infantil llegamos a tener más de 70 contribuciones, con equipos muy motivados que nos contaron sus experiencias, años de trabajo, metodologías muy trabajadas, etc. Todo eso forma un legado de cada tema que aporta muchos datos y ejemplos a la hora de tomar decisiones.
La convivencia escolar es un tema clave. ¿Qué iniciativas se están desarrollando para mejorarla y asegurar un ambiente seguro para todos los estudiantes?
La verdad es que la Comunidad de Madrid desarrolla muchísimas iniciativas en el ámbito de la convivencia, sólo hace falta ver todas las que recoge la web del Observatorio de la Convivencia, el trabajo incansable de la Unidad de Convivencia, lucha contra el acoso escolar y apoyo socioemocional o las formaciones y programas que encontramos en el ISMIE.
Comento alguna en el ámbito del Consejo Escolar. Anualmente, por mandato de la Asamblea de Madrid, celebramos el Foro por la Convivencia, este año tenemos la vigésima edición. Lo hemos dedicado a temas como Convivencia y Salud Mental, respeto y valores, la participación del alumnado en la convivencia o la tolerancia en los centros educativos. Es un Foro dirigido a toda la comunidad educativa madrileña, con gran seguimiento y que pone sobre la mesa esas cuestiones, contando con expertos y con gente muy diversas que nos traen la realidad de los centros educativos y los programas en marcha que permiten ir respondiendo a nuestras realidades.
¿Cómo se están preparando los docentes para enfrentar los retos actuales y futuros en la educación, y qué papel juega el Consejo Escolar en este proceso?
La mejor preparación es la formación. Para eso el ISMIE, Instituto Superior Madrileño de Innovación Educativa, imparte cursos que permiten esa adaptación continua y seguir creciendo siempre. Por ejemplo, desde el Consejo Escolar trabajamos el curso pasado en el desarrollo de la comunicación oral, con un programa que permite trabajar la comunicación oral en todas las clases (no sólo en lengua o en las que podríamos considerar más “obvias”), y además del proyecto que pusimos en marcha con un equipo investigador de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Barcelona, se han desarrollado formaciones en el ISMIE, se sigue extendiendo a otros centros con las formaciones que se dan ahí, etc.
Las investigaciones que impulsamos y las sesiones de debates que realizamos buscan dotar de más herramientas a toda la educación madrileña y, de forma principal a los docentes, para facilitar su tarea en la orientación, como comentaba antes, o la comunicación oral, como este caso, la navegación segura, etc.
Formación y facilitar los recursos, también, algo muy importante, para recursos para saber dónde recurrir y donde pedir ayudar cuando hay un problema o una circunstancia especialmente compleja. Debemos acompañar a los docentes y que conozcan donde recurrir en tantas circunstancias complejas como las que hoy encuentran en los centros educativos. Eso es lo que intentamos hacer desde las distintas iniciativas.
Pilar, dado su compromiso con la educación y su influencia en la mejora del sistema educativo madrileño, ¿qué iniciativas se están implementando desde el Consejo Escolar para abordar y mejorar el bienestar emocional y el estado de ánimo de los docentes en la Comunidad de Madrid?
Creo que muchas ya han salido y vuelvo a lo que decía al inicio: este año dedicamos el Encuentro Familia-Escuela a “construir puentes”. El bienestar emocional de los docentes o la situación del estado de ánimo no es algo que se pueda afrontar de forma aislada, es el todo. Por eso debemos trabajar ese “todo”. Mencionaba antes la importancia de facilitar información y recursos donde puedan pedir ayuda ante cuestiones complejas y que se sientan apoyados, porque no deben saber de todo, pero es importante que sepan dónde pedir ayudar.
El trabajo conjunto de la comunidad educativa para “ir a una”, sentirse todos apoyados y pensando en lo esencial, en los alumnos. Los trabajos de convivencia y salud mental, que no están pensando sólo en los alumnos, hablamos de la convivencia en los centros educativos y hablamos y nos preocupamos por la salud mental de todos. Las formaciones, el apoyo de las unidades de la consejería que trabajan estos temas, etc. Son muchas las iniciativas que se realizan, no sólo por el Consejo Escolar, sino en toda la Consejería para mejorar el estado de ánimo de los docentes. Es una cuestión que preocupa y que ocupa distintos ámbitos y programas.
Además, este curso queremos trabajar el liderazgo educativo, pero lo queremos hacer desde una visión amplia que piense en los docentes y el liderazgo que cada día, en cada clase ejercen. Creo que esto sumará un granito de arena más a todo lo ya comentado.
Usted habla del desarrollo de competencias docentes como un objetivo clave. ¿Podría explicar un poco más sobre los planes o programas que se están promoviendo?
En realidad, en este ámbito, el Consejo Escolar impulsó hace unos años el informe “Competencias profesionales docentes, orientaciones para el profesorado del futuro” realizado con el Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas Supranacionales (GIPES) de la Universidad Autónoma de Madrid, del que forman parte, entre otros, Javier Valle, que además es consejero del Consejo Escolar y Jesús Manso, actual Decano de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la UAM, junto con Lucía Sánchez-Tarazaga y Adrián Neubauer.
El documento es un análisis comparado de las competencias docentes, recoge ese marco competencial y, además, forma parte del modelo 9:20 que los autores han desarrollado y que analiza cuáles deben ser los ámbitos y las competencias docentes y, además, sirve para que los docentes puedan realizar una autoevaluación de sus competencias.
Esto sería la parte de Consejo Escolar. Además, junto con el ISMIE, lo vamos llevando a los futuros docentes, en el Programa de Capacitación Integral Docente, o la formación a mentores de otros docentes, etc.
El modelo 9:20 también se presentó en el Colegio Oficial de Docentes, para poder trasladarlo al mayor número de docentes posible y que sea utilizado.