Si un estudiante universitario observa que con sus recursos económicos no alcanza a final de mes y para recortar gastos decide comprar menos libros y manuales de estudio, estamos ante un problema que precisa de urgente solución.
Así se desprende de una encuesta realizada entre unos 6.000 alumnos de universidades de todo el mundo por Mortar Research, de los que un millar son españoles, a instancias de Yugo, operador de residencias para estudiantes, que concluye que el 28% de los encuestados ha resuelto adquirir menos material didáctico.
Las encuestas son solo eso, reflejo de las opiniones de los consultados, y en algunos casos el margen de error incluye respuestas exageradas. Con todo, no deja de llamar la atención que existan, aunque no sean tantos, ni siquiera el significativo porcentaje resultante de la encuesta, estudiantes que tengan que renunciar a gastar en material educativo porque tiene otras prioridades.
De entrada, una de esas prioridades es su convencimiento de que la crisis actual va a empeorar, como sostiene el 52% de los encuestados.
En línea con el nuevo pensamiento trufado de sostenibilidad y ahorro de energía, el 44% asegura que está haciendo lo que está en su mano para ahorrar en consumo de energía, y hasta el 31% apunta que se abriga más en casa con tal de no gasta tanto en calefacción. Casi la mitad enciende menos luces que antes.
En este contexto, el 68% de los estudiantes españoles señalan al Gobierno como el agente que debiera ayudarles en sus necesidades en un momento como el actual, necesidades como la de garantizar el acceso a la obra editorial que precisan para desarrollar sus estudios en condiciones.
La inmensa mayoría, el 80% reconoce que ha recortado sus gastos mensuales, en particular desde que se empezó a hablar de una nueva crisis, a raíz sobre todo de la invasión rusa en Ucrania. Para afrontar el nuevo escenario, más del 60%, en cada caso, ha decidido gastar menos en comidas en restauración y en comprar ropa.
Sin embargo, y este sería un dato para un análisis aparte, apenas un 35% admite que ha recortado en lo que normalmente gasta para consumo de bebidas alcohólicas.