El Ministerio de Educación Pública (MEP) de Costa Rica ha anunciado una serie de reformas en su política educativa, con un enfoque renovado en la lucha contra el bullying y la discriminación en los centros educativos. Además, ha realizado ajustes en los programas de educación sexual y ha establecido un nuevo currículo de educación religiosa con el respaldo de diversas tradiciones espirituales del país.
Nueva política para erradicar el Bullying
Como parte de su compromiso con la igualdad y el respeto en las aulas, el MEP ha implementado una política orientada a eliminar el bullying y cualquier tipo de discriminación dentro de los centros educativos. El principio rector de esta reforma es que «todos somos diferentes, pero iguales en dignidad, derechos y deberes«, promoviendo así un ambiente de inclusión y respeto entre los estudiantes.
Entre las principales acciones de esta nueva política se encuentra la eliminación de celebraciones diferenciadas por orientación sexual. En su lugar, se instaurará un Día contra todo tipo de Discriminación, con el objetivo de reforzar los valores de unidad y respeto sin distinciones entre los alumnos.
Asimismo, se revisarán los protocolos de convivencia para asegurar que todos los estudiantes reciban el mismo trato y protección sin necesidad de categorizaciones que puedan fomentar la segregación. El MEP también ha reiterado que cualquier cambio de nombre o identidad de género en los documentos oficiales es una función exclusiva del Registro Civil y que la institución respetará las disposiciones legales vigentes en este ámbito.
El Ministerio enfatiza que esta nueva política no busca invisibilizar a ningún grupo, sino garantizar un entorno educativo en el que todos los estudiantes sean respetados y valorados por igual, sin distinciones que los segreguen.
Sustitución de los programas de Afectividad y Sexualidad Integral
Otra de las reformas anunciadas por el MEP es la eliminación de los programas de Afectividad y Sexualidad Integral, debido a la inclusión de contenidos que no eran apropiados para la edad de los estudiantes. Entre los temas eliminados se encuentran referencias a la autoestimulación y el uso de juguetes sexuales, lo cual había generado inquietud en la comunidad educativa y en los padres de familia.
El MEP sostiene que la educación sexual debe ser complementaria a la formación impartida por las familias y no reemplazarla. Hasta la fecha, solo un tercio de los padres enviaban a sus hijos a recibir esta asignatura, cuyo enfoque ha sido criticado.
En sustitución, se ha implementado el nuevo programa de estudios Educación para la Paz y la Convivencia, que mantiene temas clave como la prevención del embarazo en adolescentes, la prevención de infecciones de transmisión sexual, la toma de decisiones con consentimiento, el respeto en las relaciones afectivas y la paternidad y maternidad responsables. Este nuevo programa busca garantizar una educación sexual integral sin sesgos ideológicos.
El Ministerio también ha señalado que estos cambios protegen a los docentes, quienes podrían haber enfrentado problemas legales por impartir contenidos considerados inapropiados. Además, enfatiza que no se ha eliminado la educación sexual, sino que se han ajustado los contenidos para garantizar que sean adecuados para los estudiantes y respetuosos de los valores de la sociedad.
Implementación de un nuevo programa de Educación Religiosa
Por primera vez en la historia, el MEP ha logrado reunir a los principales representantes de diversas tradiciones religiosas y espirituales para diseñar un nuevo programa de educación religiosa que entrará en vigor en el curso lectivo 2025.
Este plan ha sido respaldado por la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica, la Federación de Alianza Evangélica, la comunidad islámica y judía, la Asociación Budista, la Fe Bahaí, la Sociedad Bíblica de Costa Rica, universidades con carreras afines, gremios educativos y el Colegio de Licenciados y Profesores (COLYPRO).
El objetivo de este nuevo programa es fomentar el respeto entre las diferentes creencias y promover una sana convivencia entre culturas. No pretende adoctrinar a los estudiantes ni ignorar la identidad religiosa del país, sino desarrollar competencias en valores como el respeto a la dignidad humana, la vida familiar, el sentido trascendente del trabajo, el diálogo interreligioso y la relación entre las diversas expresiones de fe con las culturas.
Este programa responde a una resolución de la Sala Constitucional de 2010 y a un acuerdo del Consejo Superior de Educación de 2017, que solicitó la actualización del currículo de educación religiosa. Para su implementación, el Departamento de Educación Religiosa del MEP ha elaborado guías y materiales didácticos, además de brindar asesoramiento a los docentes.
Con estas reformas que fomentan la lucha contra el bullying y la mejora de los programas de afectividad, educación sexual y educación religiosa, el Ministerio de Educación Pública reafirma su compromiso con la construcción de un sistema educativo que fomente el respeto, la convivencia pacífica y la formación integral de los estudiantes en un ambiente seguro y adecuado para su desarrollo.