El sindicato CSIT-UP, a la luz la cantidad de los grupos sin docencia en varias facultades de la Universidad Rey Juan Carlos, URJC, casi un mes después de haber iniciado el curso, ha señalado que solicitó al Rector y al Vicerrector de profesorado en varias ocasiones, de los que ha pedido su cese, tanto a nivel de sección sindical como a través del Comité de Empresa, que se renovaran los contratos hasta la fecha límite que permitía la ley de los profesores visitantes, es decir hasta abril de 2025, lo que no se hizo.
En ese periodo, explica el sindicato en un comunicado, se podrían “razonablemente” convocar plazas con otras figuras docentes previstas en la LOSU para no dejar docencia sin cubrir. La respuesta, de facto, lamenta el sindicato, ha sido echar a los profesores visitantes con fecha 31 de agosto.
Al parecer, según sus informaciones, muchos de estos profesores ya están reclamando en los juzgados un despido que, juzga el sindicato, “se ha vestido como una finalización de contrato, algunos de ellos con más de 15 años de servicio en la URJC”.
“Pero lamentablemente este problema viene de lejos”, deplora el sindicato, que denuncia que la gestión del profesorado y la docencia en la URJC “ha derivado en un caos absoluto”.
Pone como ejemplo, además de lo sucedido ahora, el que en estos dos años se incluyó la docencia de los Másteres en el POD con el argumento de que era ilegal pagarla fuera del mismo. “Después de esto”, agrega, “la última ocurrencia es ofrecer hora extras en los departamentos en los que no se cubre la docencia” lo que, opina el sindicato, pone de relieve que “la planificación brilla por su ausencia”.
También cita que se modificó el reglamento para minorar las descargas a los profesores por los TFG mientras hay “aproximadamente 400 cargos cobrando un complemento y con descargas docentes”, denuncia.
“Y lo peor”, concluye el comunicado del sindicato, “es que este desastre en la gestión de la URJC se produce después de haber doblado los gastos en el capítulo de personal desde el inicio de la legislatura y de haber descendido considerablemente el número de alumnos”. “En el caso de los grados desconocemos los motivos exactos de este descenso, pero en el caso de los másteres es claro que ha sido debido a una gestión nefasta de la inscripción, que ha llevado a muchos alumnos a matricularse en otras universidades de nuestro entorno”, finaliza.