En un esfuerzo por abordar los crecientes desafíos que la era digital impone en la salud mental de los adolescentes, la Asociación para la Gestión de la Integración Social (Ginso) y la Confederación por el Mejor Interés de la Infancia (Cemin) han presentado el cómic Álex a través de la pantalla junto con su unidad didáctica. Esta iniciativa, respaldada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, tiene como objetivo sensibilizar a padres, educadores y profesionales del ámbito socioeducativo y sociosanitario sobre los efectos negativos del uso excesivo de las nuevas tecnologías en la vida de los adolescentes.
El cómic es parte de la campaña “No sabéis qué me pasa”, que busca ofrecer herramientas para la identificación temprana de los problemas emocionales y psicológicos que surgen de la exposición prolongada a las pantallas. «La exposición excesiva a las pantallas puede provocar cambios significativos en el comportamiento de los adolescentes. Entre los síntomas más comunes de esta dependencia tecnológica se encuentran la ansiedad, la depresión, la irritabilidad, el insomnio y la pérdida de interés por actividades que antes les resultaban gratificantes», señala Mª Carmen Castillo, psicóloga sanitaria, jurídica y social, que ha colaborado en la creación de este recurso.
La historia gráfica de Álex a través de la pantalla ofrece un enfoque visual y accesible para ilustrar cómo los adolescentes se ven atrapados en un ciclo de dependencia tecnológica, lo que afecta tanto a su bienestar emocional como a su rendimiento académico. La propuesta busca visibilizar cómo el uso descontrolado de videojuegos y redes sociales puede influir negativamente en aspectos fundamentales del desarrollo juvenil, como la capacidad de concentración y las relaciones interpersonales.
En palabras de Castillo, “estos problemas pueden intensificarse cuando los jóvenes buscan un refugio en el mundo virtual para evitar emociones negativas, creando un ciclo que refuerza patrones de evitación y dificulta la resolución de conflictos en la vida real”. La psicóloga explica que uno de los efectos más notables es la alteración del rendimiento escolar debido a la falta de sueño y concentración, ya que muchos adolescentes pasan varias horas conectados a redes sociales y videojuegos, afectando su capacidad para mantenerse alertas durante las clases.
A su vez, la dependencia de las interacciones virtuales también puede impactar el desarrollo emocional de los adolescentes. Según la experta, “se ha sustituido el contacto físico, los abrazos, el apoyo y el afecto por la aprobación rápida que ofrecen las redes o el ‘éxito’ en un videojuego, ya que suponen una gratificación más inmediata”. Castillo señala que este fenómeno impacta negativamente en el desarrollo de la corteza prefrontal, la cual es esencial para funciones como el juicio crítico, la empatía y la planificación a largo plazo. Este déficit en el contacto físico limita la capacidad de los jóvenes para desarrollar una autoestima saludable y construir una identidad sólida.
Además de las consecuencias emocionales y académicas, el uso desmesurado de la tecnología también genera preocupaciones sobre la salud física de los adolescentes. El sedentarismo derivado del tiempo frente a las pantallas contribuye a la obesidad y otros problemas de salud, y la falta de actividad física, combinada con trastornos del sueño, afecta negativamente al desarrollo cerebral, crucial durante la adolescencia.
Con la intención de proporcionar una herramienta didáctica útil para educadores y familias, el cómic se complementa con una unidad didáctica que permite a los profesionales trabajar con los jóvenes para identificar señales de alerta y fomentar hábitos digitales más saludables. Mª Carmen Castillo resalta la importancia de supervisar las actividades digitales de los menores y establecer límites claros, así como de fomentar el diálogo abierto para lograr un uso responsable de las tecnologías. «Conversar con ellos sobre los contenidos que consumen, debatir sus opiniones y ofrecer orientación desde un lugar de empatía y comprensión puede marcar la diferencia», concluye la psicóloga.
El cómic Álex a través de la pantalla y su unidad didáctica presentan una herramienta educativa que busca abordar los desafíos que el uso excesivo de las tecnologías plantea en la salud mental de los adolescentes. A través de este recurso, Ginso y Cemin proporcionan un enfoque práctico para sensibilizar a padres, educadores y profesionales sobre los riesgos emocionales, sociales y académicos asociados a la exposición prolongada a las pantallas. La colaboración entre ambas organizaciones y los expertos en salud mental subraya la importancia de una intervención temprana y del fomento de un uso equilibrado de las tecnologías para mejorar el bienestar de los jóvenes.