La pandemia causa “una de las mayores interrupciones en el aprendizaje de la historia”, según un estudio

girl in black long sleeve shirt reading book

Podría decirse que se trata de un estudio de estudios, pues compila 42 estudios de 15 países sobre este ámbito. Atribuido a Betthäuser, BA, Bach-Mortensen, AM & Engzell, P., ‘Una revisión sistemática y metanálisis de la evidencia sobre el aprendizaje durante la pandemia de COVID-19’ acaba de publicarse en la revista ‘Nature Human Behavior’.

El artículo original puede leerse en este enlace

¿En qué medida se ha ralentizado el progreso del aprendizaje de los niños en edad escolar durante la pandemia de COVID-19? Se preguntan los investigadores. Un número creciente de estudios aborda esta pregunta, pero los hallazgos varían según el contexto. En este trabajo recopilatorio, que vio la luz esta semana, se lleva a cabo una revisión sistemática registrada previamente, una evaluación de la calidad y un metanálisis de 42 estudios en 15 países para evaluar la magnitud de los déficits de aprendizaje durante la pandemia.

Y el resultado principal es el hallazgo de un “déficit de aprendizaje general sustancial” que surgió al principio de la pandemia y, lo que es peor, “persiste en el tiempo”. Los déficits de aprendizaje son particularmente grandes entre los niños de entornos socioeconómicos bajos. También son más grandes en matemáticas que en lectura y en los países de ingresos medios en relación con los países de ingresos altos.

En conclusión, la pandemia de la enfermedad por el coronavirus expandido en 2019 ha provocado “una de las mayores interrupciones en el aprendizaje de la historia”. En gran medida, esto se debe al cierre de escuelas, que se estima ha afectado al 95% de la población estudiantil mundial.

Pero incluso cuando se reanudó la enseñanza presencial, advierten los investigadores, la instrucción a menudo se vio comprometida por la enseñanza híbrida y por los niños o maestros que tuvieron que ponerse en cuarentena y faltar a clases. El efecto de la instrucción presencial limitada se ve agravado por las consecuencias de la pandemia para el entorno de aprendizaje extraescolar de los niños, así como para su salud mental y física.

Los encierros, explican en su artículo, han restringido el movimiento de los niños y su capacidad para jugar, conocer a otros niños y participar en actividades extracurriculares. El bienestar de los niños y las relaciones familiares también se han visto afectados por las incertidumbres económicas y las demandas conflictivas de trabajo, cuidado y aprendizaje. E·s más, “se puede esperar que estas consecuencias negativas sean más pronunciadas para los niños de entornos familiares socioeconómicos bajos, lo que exacerba las desigualdades educativas preexistentes”.

Es fundamental comprender hasta qué punto ha cambiado el progreso del aprendizaje desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Usan los investigadores el término ‘déficit de aprendizaje’ para abarcar tanto un retraso en el progreso de aprendizaje esperado como una pérdida de habilidades y conocimientos ya adquiridos.

“Es probable que el déficit de aprendizaje de COVID-19”, apuntan, “afecte las oportunidades de vida de los niños a través de su educación y las perspectivas del mercado laboral”. Por ejemplo, a nivel social, puede tener implicaciones importantes para el crecimiento, la prosperidad y la cohesión social. Dado que los responsables de la formulación de políticas de todo el mundo buscan limitar los déficits de aprendizaje adicionales y diseñar políticas para recuperar los déficits de aprendizaje en los que ya se ha incurrido, es crucial evaluar el estado actual del aprendizaje, subrayan.

También ven necesaria una “evaluación cuidadosa” del déficit de aprendizaje de COVID-19 para sopesar los verdaderos costos y beneficios del cierre de escuelas. Pero lo peor es que, a su juicio, “los déficits de aprendizaje surgieron temprano en la pandemia y persisten”.

“Uno puede esperar que los niños pudieran recuperar el aprendizaje que se perdió al principio de la pandemia, después de que los maestros y las familias tuvieran tiempo para adaptarse a las nuevas condiciones de aprendizaje y después de que se establecieran estructuras para el aprendizaje en línea y para recuperar los déficits de aprendizaje temprano”, apuntan.

Sin embargo, agregan, “investigaciones existentes sobre huelgas de docentes en Bélgica y Argentina, años escolares más cortos en Alemania y perturbaciones en la educación durante la Segunda Guerra Mundial sugieren que los déficits de aprendizaje son difíciles de compensar y tienden a persistir a largo plazo”.

De igual modo, aprecian que la mayoría de los estudios que han identificado examinan los cambios en la desigualdad socioeconómica durante la pandemia, lo que da fe de la importancia del tema.

Y, atención, “los déficits de aprendizaje son mayores en matemáticas que en lectura”. Las investigaciones disponibles sobre los déficits de aprendizaje durante el verano, la no asistencia a clase de los estudiantes y los fenómenos meteorológicos extremos “sugieren que el progreso del aprendizaje en matemáticas depende más de la instrucción formal que de la lectura”.

“Esto podría deberse a que los padres están mejor equipados para ayudar a sus hijos con la lectura y a que los niños mejoran sus habilidades de lectura (pero no sus habilidades matemáticas) cuando leen por placer fuera de la escuela”, indican.

Y, por si alguien lo dudaba, los déficits de aprendizaje son mayores en los países más pobres. Los países de ingresos bajos y medianos ya estaban luchando con una crisis de aprendizaje antes de la pandemia y, a pesar de la gran expansión de la proporción de niños en la escuela, los niños de los países de bajos y medianos ingresos siguen teniendo un desempeño deficiente según los estándares internacionales, y la desigualdad en el aprendizaje sigue siendo alta. “Es probable que la pandemia profundice esta crisis de aprendizaje y deshaga el progreso pasado”, avisan.

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí