Murcia multiplica sus esfuerzos por el bienestar emocional y la inclusión en el aula

Los centros educativos de la Región de Murcia podrán participar en el ‘Programa de bienestar emocional, prevención del acoso escolar y promoción de la salud mental en el ámbito educativo’, con la finalidad de promover la mejora de la convivencia escolar y el bienestar emocional y que los institutos sean entornos positivos y seguros.

Este programa está creado por la Consejería murciana de Educación y Formación Profesional, dentro del ‘Plan regional de bienestar emocional, prevención del acoso escolar y promoción de la salud mental en educación’. Va destinado a centros sostenidos con fondos públicos que impartan Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional de Grado Básico y de Grado Medio este curso escolar.

La iniciativa incide en la importancia de la protección del bienestar emocional del alumnado, por sus beneficios en la mejora del rendimiento académico y la reducción del riesgo de abandono educativo temprano.

La participación de los centros en este programa se realizará mediante la convocatoria anual de proyectos específicos en centros educativos sostenidos con fondos públicos. Las propuestas de los centros recogerán actuaciones para incidir en los ámbitos de formación y sensibilización, prevención, protección e intervención educativa del bienestar emocional, la prevención del acoso escolar y la promoción de la salud mental, dirigidas al alumnado, al profesorado y a las familias. La Consejería destina de 200.000 euros para este programa y se seleccionarán más de un centenar de proyectos, que recibirán 1.500 euros cada uno.

Los proyectos desarrollarán cuatro ámbitos de actuación, sensibilización y formación, promoción del bienestar emocional y prevención del acoso escolar y de los problemas de salud mental, protección del bienestar emocional y la salud mental e intervención educativa ante situaciones de riesgo del bienestar emocional y la salud mental.

Red centros promotores del bienestar emocional

Además, la Consejería creará una ‘Red de centros educativos promotores del Bienestar Emocional’, que estará formada por los centros educativos que cuidan de manera preferente el bienestar emocional y la salud mental de todos los miembros de la comunidad educativa, implementando innovaciones, experiencias educativas y buenas prácticas escolares que puedan ser replicadas por otros centros educativos.

Del ‘yoismo’ al ‘incluyo’

En paralelo, Educación pone en marcha un programa para fomentar la inclusión en los centros docentes. La iniciativa ‘IncluYO‘ llegará de forma piloto este curso a 200 centros de Infantil y Primaria sostenidos con fondos públicos. El objetivo es generar en los centros un proceso de transformación e innovación educativa, propiciando entornos favorecedores de la inclusión con una enseñanza personalizada.

El consejero Víctor Marín explica que esta iniciativa, que comienza este curso escolar con un pilotaje en 200 centros educativos de Infantil y Primaria, sostenidos con fondos públicos, se extenderá progresivamente al resto de centros educativos no universitarios.

El titular de Educación destacó que ’IncluYO’ “pretende mejorar los resultados de éxito educativo dando respuesta a la diversidad del alumnado bajo los principios de calidad, equidad e inclusión educativas, introduciendo prácticas inclusivas que beneficien a todo el alumnado, generando centros inclusivos, abiertos, flexibles y participativos en los que todos tienen cabida”. El Gobierno regional invertirá seis millones de euros en este proyecto, 1,5 millones anuales hasta 2027.

El programa distingue dos ámbitos de actuación, ‘IncluYO-aprende’ e ‘IncluYO-participa’. ‘IncluYO-aprende’ pone el foco en el alumnado que presenta necesidades específicas de apoyo educativo para eliminar o minimizar las barreras que encuentra de participación y aprendizaje. Incluirá, desde edades tempranas, actuaciones para la prevención, detección y atención precoz de las necesidades específicas derivadas del lenguaje y la comunicación, y fomentará la inclusión del alumnado con problemas del lenguaje y la comunicación.

Entre las medidas concretas de ‘IncluYO-aprende’ está la puesta en marcha de programas de alfabetización para alumnado con dificultades de aprendizaje (dislexia, etc.) asesoramiento y acompañamiento para escolares con necesidades complejas de comunicación, especialmente con TEA, así como programas destinados a mejorar la competencia lingüística en español para las familias y el alumnado de incorporación tardía, etc. y convocatorias para la creación de aulas abiertas, aulas multisensoriales, etc.

Por su parte, el programa ‘IncluYO-participa’ se dirige a los centros educativos para analizar las posibles barreras que puedan limitar el acceso, presencia, participación y aprendizaje del alumnado, detectando aquellas mejoras que llevan a una respuesta educativa de calidad, con prácticas que beneficien a todos los estudiantes.

En este ámbito, se incluirán actuaciones para la promoción de los centros de educación especial como centros proveedores de servicios y recursos para la educación inclusiva, impulsando la colaboración con los centros ordinarios. Los servicios de orientación educativa tendrán gran importancia en el asesoramiento y orientación de los docentes y en la transformación inclusiva de los centros.

‘IncluYO-participa’ contempla campañas de sensibilización destinadas a la comunidad educativa; jornadas de acogida a familias y alumnado para que se sientan miembros activos del entorno escolar; difusión de materiales educativos basados en metodologías inclusivas; contratación de mediadores interculturales; instalación de señalética para mejorar la accesibilidad cognitiva de los centros educativos, y la creación de una red entre los centros de educación especial como centros de recursos,  y los centros ordinarios para desarrollar proyectos conjuntos.

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