La respuesta, o respuestas a esta pregunta es lo que se propone resolver el proyecto de investigación ‘Estudio de los factores de riesgo y protección del abandono universitario. Elaboración de una guía de buenas prácticas (ModAU-GBP)’, que tiene por objeto identificar los motivos detrás del abandono y ofrecer herramientas para prevenirlo y paliarlo.
Financiado por el Programa Estatal para Impulsar la Investigación Científico-Técnica y su Transferencia (Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023 – Ministerio de Ciencia e Innovación), tiene entre sus objetivos ahondar en el conocimiento sobre cuáles son los principales motivos por los que un joven universitario se plantea abandonar sus estudios.
“La idea fundamental es poder ofrecer a la universidad herramientas que ayuden a paliar y prevenir el fenómeno del abandono de la educación superior. Para ello, será fundamental la colaboración de estudiantes y docentes, así como de los propios equipos de gobierno de los centros universitarios”, ha concluido la profesora Ana B. Bernardo, del Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo e investigadora.
El proyecto involucra, además, a toda la comunidad universitaria, gracias a la colaboración de estudiantes, docentes y equipos de gobierno universitarios. La profesora Bernardo destaca que el abandono universitario es un problema relevante en la educación superior, que genera preocupación en los gobiernos e instituciones educativas, tanto nacionales como europeos.
“Este fenómeno conlleva consecuencias personales, familiares y sociales perjudiciales para el óptimo desarrollo de los jóvenes y de la sociedad en la que viven. Asimismo, impacta negativamente en la calidad de la cualificación profesional de la población, en las finanzas estatales y, en última estancia, en las universitarias”, subraya.
Por su parte, el profesor José Carlos Núñez, otro investigador principal, recuerda que, tal como indica el último informe elaborado por el Ministerio de Universidades (2023), la tasa de abandono universitario actualmente se sitúa en un 33,2%, y la de cambio de estudio en un 12,5%.
Más abandono en las públicas
“Si nos fijamos en el tipo de universidad, se puede apreciar que el abandono se produce de manera similar tanto en las universidades públicas (33,6%) como privadas (31,2%) y el cambio de estudio es más frecuente en las primeras. Además, la mayor parte del alumnado que abandona sus estudios lo hace en el primer año de carrera (22%)”, explica.
Con estas cifras de abandono universitario y entendiendo las consecuencias que el fenómeno tiene para los jóvenes y la sociedad en la que viven, la profundización en los motivos que llevan a los jóvenes a abandonar su carrera y la puesta en marcha de mecanismos para paliar sus efectos adversos es un punto de especial importancia para la comunidad universitaria.
Las consecuencias del fenómeno
Los investigadores manifiestan que, si se amplía el detalle de las consecuencias que trae consigo el fenómeno del abandono, se pueden encontrar consecuencias negativas tanto personales, para el propio estudiante, como familiares.
Es decir, «graves y negativas» repercusiones a nivel microsocial (conflictividad en los hogares, pérdida de los ingresos económicos invertidos para los estudios universitarios, pérdida de oportunidades laborales, deterioro de la salud mental del estudiante…).
En la esfera social, se puede hablar también de una pérdida de calidad en la cualificación profesional de los jóvenes que redundará en una peor calidad de vida y en el impacto económico en las arcas del estado; como ejemplo, en España, las pérdidas económicas a las que se enfrenta el Estado oscilan entre los 1.000 y los 1.500 millones de euros anuales.
Sumado a estas razones, se encuentran las pérdidas para las propias universidades que ven cómo el número de alumnos que abandonan sus grados aumenta cada año, perdiendo la institución educativa ingresos económicos y deteriorándose su imagen pública.
“Esta multiplicidad de razones hace que este sea un fenómeno complejo, difícil de estudiar y de atajar, ya que son muchas las variables que correlacionan entre sí, y esto convierte el abandono en un fenómeno de difícil abordaje”, indica Núñez.
La iniciativa investigadora, encabezada por Ana B. Bernardo y José Carlos Núñez, profesores del Departamento de Psicología, nace en el seno del equipo de investigación ADIR (Aprendizaje, Dificultades y Rendimiento académico) y ha sido financiada por el Programa Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación.