El caso de la investigación abierta contra un profesor del Colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte, en Madrid, por presuntamente haber grabado a alumnas de 6º de primaria en ropa interior cuando se cambiaban para Educación Física, tiene varios componentes que lo hacen especial.
Los hechos
El primero es la rocambolesca forma en la que el caso era descubierto, cuando el pasado mes de junio, un ciudadano se encontraba en plena calle, en la localidad de Villanueva del Pardillo, a unos 15 kilómetros de Boadilla, una memoria USB. Al ver su contenido y descubrir que contenía numerosas imágenes de niñas en ropa interior, se dirigió de inmediato al cuartel de la Guardia Civil. Por qué aparecen esos archivos en ese un pendrive en plena calle, es algo todavía por aclarar.
No le costó mucho trabajo a los agentes localizar el colegio, ya que el escudo del mismo aparece en el uniforme que llevaban de las niñas. Con la pertinente autorización judicial, se procedió al registro del despacho del profesor implicado y de su vivienda, encontrándose abundantes imágenes en memorias y ordenadores, por lo que fue detenido por producción y tenencia de pornografía infantil.
El docente es hermano de Enrique Maestu, director del colegio y presidente en ese momento de CICAE, e hijo de los fundadores del centro, además de accionista del mismo. La Guardia Civil prosigue las investigaciones para averiguar desde cuando llevaba a cabo esas prácticas, y si ha realizado intercambios o venta de lo grabado en internet.
En resumen, estamos, además de ante un condenable caso de presuntos abusos a un grupo numeroso de niñas, ante una crisis de reputación en toda regla para un colegio privado. Una crisis en la que al siempre dramático descubrimiento de que un profesor realiza prácticas presuntamente pedófilas, se une el hecho de que es hermano del director, y accionista del centro.
Comunicación de crisis
Desde el punto de vista de la comunicación, el colegio reaccionó, al menos en parte, correctamente. Como han explicado los padres, de forma inmediata tras la detención del docente, en junio pasado, las 800 familias del colegio recibieron una carta en la que se explicaba lo ocurrido, que el profesor implicado había sido apartado de sus funciones y que se habían iniciado los trámites legales para retirarle sus acciones.
Como explica Víctor Núñez, director de ÉXITO EDUCATIVO y director del posgrado Experto Universitario en Marketing y Comunicación para Centros Educativos de UDIMA, “en estos casos lo mejor es comenzar la comunicación con los más perjudicados, que son los padres y los alumnos, junto al personal del propio centro».
Después de eso, “lo segundo que debemos hacer es tener preparada una estrategia de comunicación externa para gestionar la información que aparezca en los medios, pero también seguir informando con transparencia a las familias y trabajadores pues siguen siendo lo más importante”. También aquí el colegio parece haber estado preparado, ya que al saltar la noticia el pasado lunes, ha enviado una nueva carta a los padres, ha emitido un comunicado dando su versión de los hechos y ha puesto a un portavoz a disposición de los medios de comunicación. Lo que no ha hecho es utilizar ni su web, ni sus redes sociales, para comunicar su posición sobre este lamentable suceso.
Tardanza en hacerse público
Víctor Núñez advierte que “en tercer lugar, les aconsejaría no bajar la guardia y estar muy atentos a posibles ‘fuegos’ que se pueden desatar de forma imprevista en redes sociales, grupos de wasap, foros…». Por último, Núñez aconseja «ponerse en manos de profesionales de la comunicación que les van a ayudar a gestionar la situación, minimizando el impacto en su reputación y, posteriormente, a reconstruir su marca”.
Lo que sorprende a los expertos es que desde que se encuentra el USB con las fotos y se detiene al profesor, y sobre todo, desde que, de inmediato, el colegio envía una carta a 800 familias, hayan pasado casi cuatro meses sin que el asunto se hiciese público. Ya se sabe que cuantas más personas conocen algo, más fácil es que ese algo se dé a conocer, y por eso sorprende lo mucho que ha tardado en llegar a los medios de comunicación este asunto, cuando había tantas personas al tanto de la información en diversos ámbitos: los propios padres en el colegio, la Guardia Civil, el juzgado, la consejería de Educación…
Posible responsabilidad penal
ÉXITO EDUCATIVO, le ha preguntado a Abel González, director de Criminología de la UDIMA y experto en bullying y violencia escolar, por posibles medidas para que los colegios puedan evitar este tipo de situaciones. Para el profesor, lo primero es tener un plan de prevención de riesgos penales que «recoja todo el protocolo a seguir para evitar futuras situaciones de este tipo e incluya un canal de denuncia para que los propios chavales puedan acceder y denunciar». González subraya que «no debemos olvidar que un centro educativo y un equipo directivo tiene que velar por la seguridad y por la integridad física, sexual y psicológica de sus de sus alumnos y existen múltiples herramientas para poder detectar detectar estos problemas», y aconseja a los centros que detecten cualquier situación de este tipo ponerlo en comunicación de las autoridades, «pues si no se pone en comunicación de los las de la autoridad judicial o de la policía o Guardia Civil incluso podrían estar incurriendo en un delito de encubrimiento».
Por último, el criminólogo advierte a los colegios que deben estar alerta porque «precisamente en este tipo de delitos existe un mayor riesgo que se produzcan en centro educativo porque los agresores sexuales de este tipo buscan trabajos en los que estén en contacto con niños y eso es muy importante que los centros educativos lo sepan».
Gabriel Castellano, nuevo presidente temporal de CICAE
Otra derivada tiene que ver con CICAE. Al saltar el escándalo en los medios de comunicación este lunes, Enrique Maestu presentaba su dimisión como presidente de la asociación. Fuentes de la misma han explicado a ÉXITO EDUCATIVO que Maestu había “decidido dar un paso atrás, después de lo conocido y queriendo salvaguardar y anteponer generosamente la buena reputación de la asociación”.
Esas mismas fuentes han señalado que el propio Maestu pidió al vicepresidente Gabriel Castellano, que asumiera la presidencia. Castellano (Colegios San Patricio) fue presidente de CICAE en los primeros 8 años de la asociación y ahora era vicepresidente, por lo que sigue muy al tanto de la actividad diaria de CICAE. “De momento no tenemos previsto elecciones, acaba de suceder y esperamos que sea una situación temporal y que todo se resuelva lo mejor posible”, continúan dichas fuentes que, por lo demás, no quieren pronunciarse sobre el caso que afecta al Virgen de Europa. “Obviamente, estamos consternados y deseamos que la investigación avance y se resuelva de la mejor manera posible para los afectados”.