El cómic como mejora de la comprensión lectora, histórica debilidad del alumno

La comprensión lectora es uno de los pilares más débiles del alumnado, a la luz de los informes PISA, que año tras año lo fija junto a las matemáticas como las asignaturas pendientes de la educación, particularmente en España. No en vano, el último informe PISA ahonda en este tema, al registrar los peores datos de la serie. Pero podría haber una solución para, al menos, mejorar lo relacionado con la compresión lectora.

La utilización del cómic como herramienta educativa se está revelando cada vez más efectiva y repleta de potencial porque estimula y fortalece en el alumnado, entre otras cosas, la imaginación, la creatividad, la lectura, la investigación y la comunicación.

En este sentido, la combinación de texto y viñetas en una estructura secuencial, que constituye la base del lenguaje del cómic, es perfecto para comunicar información, despertar interés estético en el alumnado y fomentar la reflexión y la lectura en el proceso creativo.

Teniendo en cuenta lo anterior, el trabajo con los cómics puede enriquecer el conocimiento de cualquier cosa de interés para el alumnado, promoviendo metodologías activas en el proceso de enseñanza-aprendizaje que promuevan entornos creativos que estimulen la expresión escrita y artística como formas creativas para comunicar emociones y proyectos, e impulsen además el trabajo de investigación y el uso correcto de las fuentes históricas por parte del alumnado.

El cómic es un medio de expresión artística que combina el lenguaje verbal y el visual, y que puede tener diversos géneros, estilos y formatos. El cómic puede ser una herramienta educativa muy útil para los alumnos, ya que les permite desarrollar varias competencias y habilidades, tales como la comprensión lectora, al tener que interpretar los textos y las imágenes, y seguir la secuencia narrativa de las viñetas, o la creatividad, al estimular la imaginación y la capacidad de crear historias propias, con personajes, escenarios y conflictos.

Pero también ayuda al alumnado en la mejora de la expresión escrita, al aprender a redactar textos breves, claros y coherentes, adaptados al lenguaje del cómic, por supuesto la expresión plástica, al practicar el dibujo, el color, la composición y el diseño gráfico, así como favorecer la cultura visual, al conocer diferentes obras, autores y estilos de cómic, tanto nacionales como internacionales, y apreciar su valor artístico e histórico.

No debe olvidarse que el cómic, por sus especiales características, ayuda igualmente a la educación en valores, al fomentar el respeto, la tolerancia, la diversidad y la crítica social, a través de las temáticas y sus mensajes, que alcanzan más y mejor a los más jóvenes.

Por todo ello, el cómic puede ayudar a los alumnos a mejorar su rendimiento académico, su motivación por el aprendizaje y su autoestima. El cómic es un recurso didáctico que puede integrarse en diversas áreas y asignaturas del currículo escolar, y que puede adaptarse a los diferentes niveles educativos y a las necesidades e intereses de cada alumno.

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