El sector de la enseñanza de idiomas teme el relevo de docentes por la IA

La IA está transformando el sector de la enseñanza de idiomas, ofreciendo numerosas ventajas como el aprendizaje personalizado y el acceso a plataformas interactivas, pero también plantea diversas amenazas y desafíos que pueden afectar a los profesionales del sector y a los estudiantes. Uno de ellos es el relevo del cuadro docente por sistemas de IA avanzados, según concluye el informe ‘El Sector Privado de la Enseñanza de Idiomas en España: Estrategias IA en los centros de idiomas’, de la Federación de Centros de Enseñanza de Idiomas (FECEI).

El sector de la enseñanza de idiomas ha visto la entrada de grandes compañías tecnológicas y startups que utilizan IA para ofrecer soluciones innovadoras. Estas empresas, lamenta la FECEI, “promueven la idea de que las metodologías de enseñanza tradicionales están obsoletas y que el uso de la IA es imprescindible para un aprendizaje efectivo y moderno”.

Por contextualizar la situación, algunos datos: Bloomberg estima que «el mercado mundial para el aprendizaje del inglés superará los 70.000 millones de dólares en 2023, impulsado por la demanda de fluidez lingüística y la búsqueda de oportunidades profesionales». Del mismo modo, empresas como Loora, una startup israelí que diseña programas de enseñanza de inglés basados en IA, recaudó más de 12 millones de dólares en 2023 para desarrollar su tecnología.

Para la FECEI, la capacidad de estas empresas para atraer grandes inversiones les otorga una “ventaja competitiva” sobre los centros de idiomas tradicionales, que, avisa, “pueden tener dificultades para mantenerse al día con las innovaciones tecnológicas y retener a sus estudiantes”.

A esto se suma que la IA está cambiando las preferencias de los estudiantes, quienes ahora recurren cada vez más a soluciones tecnológicas para sus estudios. Este cambio en las expectativas y demandas de los estudiantes puede afectar la oferta educativa tradicional, cree la FECEI. ¿Por qué? Porque Los estudiantes buscan soluciones más rápidas y tecnológicas, “lo que podría disminuir la demanda de clases presenciales o de metodologías más tradicionales”.

El llamamiento del sector a sí mismo es que los centros de enseñanza de idiomas deben adaptarse a estos cambios, integrando tecnologías IA de manera que complementen, pero, cuidado, que “no reemplacen, el valor del aprendizaje en profundidad y la enseñanza humana”.

A todo esto, la rápida evolución de las tecnologías basadas en IA y su accesibilidad a través de dispositivos personales han cambiado la forma en que las personas interactúan con la tecnología. Hoy en día, una persona puede utilizar su teléfono móvil para comunicarse instantáneamente con alguien que hable un idioma diferente, gracias a avances en la traducción simultánea. Herramientas como estas “podrían llevar a muchas personas a cuestionar la necesidad de aprender idiomas, lo que podría afectar a la demanda de cursos de idiomas en nuestros centros”, apunta la FECEI.

Además, la rápida obsolescencia de las tecnologías y dispositivos relacionados con la IA representa otro desafío para los centros de enseñanza de idiomas. La adaptación constante a nuevas herramientas puede ser un proceso “costoso y agotador” tanto para los docentes como para los directores de los centros, advierte, por lo que los centros de idiomas necesitan estar preparados para enfrentar la presión de mantenerse actualizados tecnológicamente, al tiempo que asegurar que el aprendizaje de idiomas sigue siendo relevante y valioso en un mundo donde la traducción instantánea es cada vez más común.

En este contexto, una de las mayores preocupaciones es la posible sustitución de docentes por sistemas de IA avanzados. Herramientas como chatbots y asistentes virtuales ya realizan tareas antes exclusivas de los profesores, como corregir errores, evaluar pronunciación y planificar lecciones personalizadas. La capacidad de la IA para automatizar estos procesos “puede reducir” la demanda de docentes, especialmente en programas básicos y plataformas online.

Este cambio amenaza la estabilidad laboral en el sector, ya que muchas instituciones podrían optar por soluciones tecnológicas más económicas. Aunque la IA no puede replicar el apoyo emocional y experiencia de un profesor, la creciente dependencia de estas tecnologías plantea riesgos para el futuro del empleo en la educación.

Y no menor es este problema que plantea el uso de IA en la enseñanza de idiomas, el referido a la protección de datos y el cumplimiento de la legislación. Al adoptar estas tecnologías, los centros deben asegurarse de cumplir con normativas de privacidad, anticipándose a la Ley de Inteligencia Artificial de 2026. Con la creciente demanda de seguridad, conceptos como el «Digital Trust» están cobrando importancia y los centros deben alinearse con estas expectativas para preservar la confianza de los estudiantes y evitar problemas legales.

Formación de docentes y directivos

Llegado a este punto, la FECEI propone enfrentar las que considera algunas debilidades como son la falta de formación y conocimiento sobre el uso de la IA por parte de los docentes y el personal directivo y administrativo. Aunque un porcentaje significativo de profesores ya utiliza herramientas de IA, muchos no han recibido la capacitación adecuada para maximizar su potencial en el aula. Además, la rápida evolución de la tecnología crea una sensación de obsolescencia que puede ser intimidante para algunos educadores.

Así, se pide establecer programas de formación continua que aborden tanto el aspecto técnico de la IA como las competencias pedagógicas necesarias para utilizarla de manera eficaz. Estos programas podrían incluir talleres sobre cómo integrar herramientas de IA en las lecciones diarias, el análisis de datos estudiantiles y el uso de la IA para la personalización del aprendizaje.

La protección de datos y las cuestiones éticas son áreas de creciente preocupación cuando se utiliza IA en la educación. Dado que la tecnología basada en IA recopila datos personales, los centros deben asegurarse de cumplir con la legislación vigente y las expectativas de privacidad de los estudiantes y sus familias. Además, se debe abordar la posibilidad de un uso excesivo de la IA en detrimento de la interacción humana, especialmente en lo que respecta al papel del profesor como facilitador emocional y educativo.

Plantea la FECEI, respecto a ello, que todos los centros de idiomas deberían desarrollar e implementar una política clara de uso de la IA. Esta política debe incluir directrices sobre la recopilación y protección de datos, así como recomendaciones sobre el uso ético de la IA en las clases. También debe recoger la importancia de mantener un equilibrio entre la IA y la interacción humana, asegurando que las herramientas tecnológicas complementen, pero no reemplacen, la labor del profesorado.

Uno de los mayores beneficios de la IA es su capacidad para personalizar el aprendizaje, adaptando las lecciones a las necesidades y estilos de cada estudiante. Sin embargo, para la FECEI es crucial que esta personalización no elimine la relación profesor- alumno, que sigue siendo fundamental para el éxito educativo. “El rol del docente va más allá de impartir conocimientos, ya que también motiva, orienta y apoya emocionalmente a los estudiantes, algo que la IA no puede replicar”.

¿Cómo hacerlo? Pues integrando a la IA de manera que mejore la capacidad del docente para personalizar la enseñanza, permitiendo que los profesores se centren en las necesidades emocionales y académicas de los estudiantes. La IA puede encargarse de tareas más rutinarias, como la evaluación y el seguimiento del progreso, liberando así a los profesores para que se concentren en el apoyo individualizado y el desarrollo de habilidades blandas en sus alumnos.

Si no puedes con tu enemigo…

Las grandes empresas tecnológicas y startups que emplean IA presentan una fuerte competencia para los centros de idiomas tradicionales, ya se ha dicho. Estas empresas, con acceso a grandes sumas de financiación, pueden ofrecer soluciones innovadoras y programas automatizados que atraen a estudiantes interesados en el uso de la tecnología. Sin embargo, esto no significa que estos centros tradicionales deban verse superados. De hecho, los centros de idiomas pueden aprovechar su principal fortaleza: el componente humano y personalizado de la enseñanza.

La FECEI señala, por activa y por pasiva, que los centros de idiomas deben diferenciarse de las grandes empresas tecnológicas enfatizando el valor de la enseñanza personalizada y la interacción humana. “Aunque la IA puede ofrecer herramientas útiles”, indican los autores del informe, “no puede replicar la experiencia completa de un docente en vivo. Los centros de idiomas deben comunicar a los estudiantes y a las familias que su enfoque no solo se centra en el aprendizaje técnico, sino también en el desarrollo de habilidades interpersonales, motivación y el cuidado personalizado que las máquinas no pueden proporcionar”.

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