CICAE, Asociación de Colegios Privados e Independientes, celebró hace unos días en Madrid una sesión de formación e intercambio de experiencias en torno a la gestión de los centros educativos, de cuyas ponencias ofreció completa información ÉXITO EDUCATIVO.
Con Elena Cid, directora general de CICAE, conversamos para conocer más en profundidad sus puntos de vista sobre el doble rol que desempeña, o puede llegar a desempeñar, un director de colegio como referente educativo, pero también de la gestión interna del centro.
Uno nunca deja de formarse en el colegio, permítame la boutade…
Hacemos este tipo de eventos para directores, en materia de prácticas de gestión, porque creemos que en ocasiones falta profesionalización en los procesos de gestión y de organización de los centros, y sobre todo en la transformación digital de los mismos. Por ejemplo, la identificación del dato como palanca para la toma de decisiones de una organización. También es importante identificar cada uno de los procesos financieros, conocer el compliance penal y fiscal, o la dirección de personas y cómo todo eso se puede modernizar y mejorar que esa gestión ser más eficaz y poder centrarnos en lo importante que es la educación de nuestros hijos.
Porque un colegio es como una empresa al uso…
En efecto, hay que abordar la gestión del personal y todas esas áreas de gestión y automatización, como son las nóminas, los pagos, las vacaciones, etcétera, cuando podríamos estar trabajando, en este caso hablamos de los directores de colegios, en otras áreas mucho más bonitas y con otra motivación.
¿Qué importancia tiene en la gestión y dirección de un centro educativo la digitalización?
Un colegio, sea público, concertado o privado es una gran organización, sea sin ánimo de lucro o con él es una organización con muchos trabajadores, sean públicos o privados. Gestionar tantísimo personal es dificilísimo. Un colegio de aproximadamente mil niños tiene entre 200 y 250 empleados, a lo que hay que sumar esa comunidad de niños que tienen a todas las familias detrás, que también tiene que atender el director. Como a los proveedores, instalaciones que gestionar, etcétera; es decir, un colegio es una organización muy compleja y viva que todos los días se encuentra con muchos incendios que apagar y solucionar.
Existen muchas opciones que les podrían solucionar la vida y profesionalizar, y por eso es fundamental que poco a poco vayan profesionalizándose para hacerlo mejor.
¿Externalizar determinados servicios es una opción en la gestión de un colegio?
Hay servicios o asesoramiento que se pueden externalizar, pero otros no, como es el compliance penal, un tema que tenemos que ser siempre muy conscientes de abordar internamente con el fin de recoger todas las evidencias de todo lo que ocurra en un colegio. Por ejemplo, con todas las posibles denuncias y casos que ocurren de temas de acoso escolar o ciberbullying, y evidencias del rastro que se va recogiendo de cómo se actúa. Para eso es fundamental que exista una herramienta interna en el colegio que permita recogerlo al profesorado y a todas las personas que intervienen con los alumnos.
Si eso lo tenemos en una asesoría externa para cumplir el trámite legal, pues no tendremos todas esas evidencias. No todo es para cumplir el trámite, hablamos de buena gobernanza de un centro educativo.
No pocas veces en el director de un colegio concurren obligaciones administrativas para las que no siempre está preparado, pues su origen es la docencia, por regla general…
Así es, por eso es importante que adquiera formación, nociones y conocimientos en todas las áreas de las que vengo hablando y que han sido abordadas en la última jornada. El director también comparte un perfil que yo llamaría gerencial, además de su rol como director educativo. Hablo de ese gerente de empresa u organizacional que hay veces que en una organización más pequeña representa la misma figura y en esos casos esa persona tiene que ser un ‘hombre orquesta’ total, y más le vale tener un buen equipo y las mejores herramientas.
Lo que el director de un colegio ha de aprender, esencialmente, es qué es lo que le tiene que pedir a sus departamentos, qué datos clave pedirle al departamento financiero para la toma de decisiones, al de marketing o a quien lleve la web, las redes sociales, a quien lleve los recursos humanos para liderar y tomar las decisiones más adecuadas en cada caso. Si ven la evolución de sus colegios a lo largo de los años comprobarán cómo hay comportamientos que se repiten y que les ayudan en la toma de decisiones.
Un colegio no es una empresa cualquiera, trata directamente con personas ¿Requiere eso que los procesos en todos los ámbitos, desde el marketing, hasta el apartado financiero o la gestión administrativa ordinaria tenga una características y valores propios?
Los directores saben que su labor fundamental es la atención al alumnado, al profesorado y a las familias. Lo que pasa es que también se quejan de que les desborda la gestión burocrática, y que cada vez les imponen nuevas normativas y cargas. Saben que los alumnos son lo primero, que la gestión de las familias es fundamental y el profesorado es el pilar esencial de su organización.
El profesorado ha denunciado, precisamente, que la LOMLOE, la última reforma educativa ha cargado más las tintas en este ámbito de la burocracia…
Nosotros pedimos cada vez más autonomía porque nos espanta el nivel de burocracia y exigencia de documentos que tenemos que entregar a la administración, porque no le vemos ningún sentido que tengamos que dar tantas explicaciones de a qué hora hacemos una cosa, de por qué otra, de por qué damos Matemáticas a las cuatro o Lengua a las cinco. No tiene ningún sentido.
Entendemos que hay que rendir cuentas con unos exámenes finales o unas evaluaciones externas, pero no estar todo el rato explicando lo que hacemos día a día. Creemos en la autonomía de todos los colegios y cuanta más burocracia, más tiempo nos quitan de pensar en lo que es realmente importante, que es la educación.
¿Los valores de un centro educativo se deben implementar también en la gestión burocrática y ordinaria?
Por supuesto. Todos los colegios tienen que tener un código ético, una buena gobernanza y uso de valores en la gestión. El compliance, al final, es uno de ellos también. El director tiene que ser el mejor ejemplo y referencia para que todo ello caiga en cascada en la organización.