Escuelas Católicas ven con «preocupación» el alto número de normas con varias posibilidades de interpretaciones y que algunas «sean de difícil o imposible cumplimiento». Considera que otras son «manifiestamente ilegales». Considera que no queda claro quién debe dictar las normas: el Ministerio de Educación o a las diferentes comunidades autónomas.
Desde su punto de vista les preocupa la utilizar este período para aprobar la nueva Ley de Educación, o para crear confusión por la evidente contradicción entre la eliminación de la Educación Especial, «prevista en el Proyecto de dicha Ley, y los desmentidos posteriores sobre esas intenciones».
Desde Escuelas Católicas manifiestan su apoyo a las familias, a los trabajadores que han perdido el empleo y a los docentes que han cambiado en tiempo récord la forma de enseñar. Pero rechazan «el empeño del Gobierno en anunciar medidas en grandes titulares que no concretan su desarrollo y que solo añaden incertidumbre».
Preguntas ante la desescalada
En concreto, sobre la “desescalada”. Escuelas Católicas afirma recibir multitud de llamadas de centros para conocer cómo desarrollar las medidas: «Son muchas las dudas que preocupan a un sector ya cansado por un esfuerzo tan sostenido».
- Si es voluntario que algunos niveles vuelvan al colegio en junio, ¿es voluntario que el colegio abra?
- ¿Cómo atenderá la teledocencia un profesor que tenga algunos en clase presencial?
- En caso de desdobles para que se reduzca el número de alumnos por clase, ¿con qué profesores se podrán atender?
- ¿Qué sucederá con los alumnos de 6 a 13 años si ambos progenitores tienen que acudir a trabajar presencialmente?
- ¿Los centros tienen obligación de ofrecer clases de refuerzo en Primaria o ESO?
- ¿Cómo se garantizará la distancia de seguridad entre niños de 0 a 6 años?
Respecto a esto último, afirman que «resulta curioso que ahora se atribuya este carácter asistencial a la Educación Infantil cuando desde los partidos en el Gobierno y organizaciones afines siempre se defiende, por razones ideológicas, que se trata de una etapa estrictamente educativa».
Para Escuelas Católicas, hay «medidas ambiguas anunciadas en ruedas de prensa que luego se modifican, órdenes ministeriales contrarias a la legalidad vigente e intenciones ocultas en la aprobación acelerada de algunas leyes, parecen acercarnos más que a la llamada “nueva normalidad”, a una nueva forma de entender la democracia».