Cada día en clase, nos damos cuenta de que cuando hay un tema que interesa a los alumnos y las alumnas, el aprendizaje es mucho más significativo. Por ello, los Mapas de Intereses son una herramienta excelente para identificar lo que les motiva, les gusta y cuáles son sus preferencias. Con la información que nos proporcionan podemos adaptar los contenidos y nuestra metodología a la realidad de nuestra aula haciendo que todo sea más atractivo para ellos.
Pero… ¿Qué son los Mapas de Intereses?
Un Mapa de Intereses es una representación visual o por categorías de las áreas por las que nuestros alumnos sienten curiosidad, lo que les apasiona y las aficiones que tienen. Se elabora a partir de encuestas, entrevistas o actividades en las que ellos cuentan lo que les gusta hacer en su tiempo libre, sus pasatiempos favoritos, sus temas de interés y sus aspiraciones. Este mapa actúa como una radiografía que permite al profesor o profesora comprender mejor el perfil del grupo y de cada alumno a nivel personal.
Entonces… ¿Para qué sirven?
El objetivo principal de los Mapas de Intereses es facilitar la personalización del aprendizaje. Al conocer lo que motiva a cada alumno, los profesores pueden ajustar los contenidos de sus clases para que resulten más relevantes y atractivos. Este enfoque tiene múltiples beneficios:
Aumento de la motivación: Relacionar los temas del aula con los intereses de los alumnos aumenta su predisposición para aprender, ya que perciben que lo que se trabaja en clase tiene una conexión con su vida personal. Por ejemplo, si hay un grupo de alumnos aficionados al baloncesto, en la clase de Matemáticas se puede introducir el cálculo de porcentajes y la estadística relacionándolo con cómo analizan las estadísticas de los jugadores de la NBA calculando el porcentaje de tiros encestados, la efectividad en los tiros libres o la mejora de un jugador a lo largo de una temporada.
Fomento del aprendizaje activo: Cuando los alumnos se sienten involucrados en el proceso, tienden a participar más activamente, lo que favorece el aprendizaje autónomo y la construcción de conocimiento significativo. Así, si a varios alumnos les gusta la música, podemos diseñar una actividad en la que se ponga de manifiesto la relación entre las matemáticas y el ritmo musical. Se les puede pedir que analicen la duración de las notas musicales en diferentes compases (enteras, medias, cuartos, octavos) y cómo estas fracciones se combinan para formar distintos patrones rítmicos. Luego, pueden crear su propio ritmo utilizando fracciones y representarlo gráficamente.
Diversificación de actividades: Conocer los intereses del alumnado permite al profesorado diseñar actividades variadas que conecten con diferentes estilos de aprendizaje, lo que favorece una enseñanza más inclusiva.
Mejora de la relación profesor-alumno: Mostrar interés por las aficiones y gustos de los estudiantes puede fortalecer la relación interpersonal en el aula, generando un ambiente más positivo y colaborativo.
¡Me gusta!… ¿Cómo se realizan?
Elaborar un Mapa de Intereses en el aula es sencillo, pero requiere tiempo y dedicación. Los pasos para hacerlo serían:
Recopilación de información: El primer paso es conocer a los alumnos. Para ello, el profesor o la profesora puede utilizar herramientas como:
● Encuestas o cuestionarios
● Dinámicas como juegos o debates en los que los alumnos expresen sus intereses de manera espontánea
● Entrevistas individuales o grupales
Análisis de la información: Una vez recopilados los datos, se organizan en categorías o grupos. Por ejemplo, los intereses pueden clasificarse en ámbitos como: arte, deportes, tecnología, ciencia y literatura entre otros.
Creación de un mapa visual: El siguiente paso es representar esta información de manera visual, lo que facilita su consulta y aplicación. Esto puede hacerse en una tabla, un gráfico o cualquier otro formato visual que permita identificar patrones comunes entre los intereses de los alumnos.
Aplicación en el aula: Con el mapa elaborado, el profesorado puede empezar a diseñar actividades y proyectos que integren esos intereses en los contenidos curriculares.
Ejemplos del uso de Mapas de Intereses
Un ejemplo práctico puede darse en una clase de Biología y Geología, donde el docente descubre a través del Mapa de Intereses que muchos alumnos son aficionados a la Astronomía. Aprovechando este dato, puede incorporar en su planificación actividades relacionadas con el estudio del espacio, como proyectos sobre planetas o investigaciones sobre avances en la exploración espacial.
En la asignatura de Lengua Castellana, si varios alumnos muestran interés por el cine, se pueden desarrollar actividades de análisis de guiones, estudio de adaptaciones literarias a la pantalla o incluso la creación de cortometrajes.
Los Mapas de Intereses representan, pues, una estrategia poderosa para personalizar el aprendizaje, incrementar la motivación y construir un ambiente de clase más inclusivo y colaborativo.
Por Rosa Mª y Lucía Yagüe Mayans, docentes de Secundaria y Bachillerato del del Colegio Las Colinas School.