Suecia cuestiona los colegios gratuitos: ¿Significa el fracaso del sistema de la educación pública?

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La educación pública es una piedra angular de la sociedad moderna. Sin embargo, existen crecientes preocupaciones sobre la calidad y efectividad de estos sistemas en todo el mundo. Suecia ha anunciado una reestructuración en las escuelas gratuitas del país, después de hacer público el «fracaso del sistema» de la educación pública. El modelo actual, en el cual empresas con ánimo de lucro gestionan la educación estatal, ha sido cuestionado debido a una disminución en los estándares educativos suecos, un aumento en la desigualdad y un creciente descontento entre profesores y padres.

Las escuelas administradas privadamente con financiamiento público, conocidas como friskolor, han recibido reconocimiento internacional en el pasado. Sin embargo, el sindicato de profesores más grande de Suecia, Sveriges Lärare, ha advertido sobre las consecuencias negativas de convertirse en uno de los sistemas educativos más mercantilizados del mundo. La percepción de los alumnos como clientes y la falta de recursos han resultado en un aumento de la insatisfacción.

Según publica The Guardian, la ministra de Educación sueca, Lotta Edholm, ha iniciado una investigación sobre el tema y ha prometido una reforma que limitará severamente la capacidad de las escuelas para retirar beneficios e impondrá multas a las escuelas gratuitas que no cumplan. También se ha comprometido a endurecer las reglas sobre la influencia religiosa en la enseñanza en escuelas religiosas y a fortalecer las reglas sobre la propiedad escolar.

Además, Edholm acusa a algunas escuelas gratuitas de inflar las calificaciones, lo que crea un desequilibrio en todo el sistema. Se entiende que es un problema particular en las escuelas gratuitas con una baja proporción de profesores calificados y escuelas gestionadas como compañías anónimas.

A pesar de los problemas de las escuelas, Edholm insiste en que las friskolor aún tienen un lugar importante entre las escuelas de Suecia, que ofrecen elección sin tarifas. Sin embargo, el sindicato Sveriges Lärare dijo que los planes del gobierno no van lo suficientemente lejos para abordar los problemas, que incluyen un sistema de selección de escuelas que aumenta la segregación y la desigualdad de financiamiento.

Fuera de la reforma de las escuelas gratuitas, Suecia enfrenta importantes desafíos de crimen y seguridad a medida que el país lidia con una crisis nacional de crímenes con armas de fuego. Edholm dijo que el acceso a las escuelas necesita ser más restrictivo y quiere reducir el tiempo frente a la pantalla en las escuelas y aumentar el número de libros físicos en las aulas.

Desde Europa hasta América del Sur y América del Norte, se están cuestionando las prácticas y políticas educativas y el posible fracaso del sistema de la educación pública.

La solución de Chicago (EE.UU.): calificar los colegios por la financiación que reciben en lugar del rendimiento de sus alumnos

Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, los líderes políticos de la ciudad de Chicago han decidido dejar de calificar a las escuelas basándose en los resultados académicos de los estudiantes y, en cambio, calificarlas por la cantidad de dinero que reciben.

Según las estadísticas de la Junta Estatal de Educación de Illinois muestran que ni un solo alumno de las 22 escuelas analizadas puede leer al nivel de su grado. En 18 de esas escuelas, no había un solo estudiante que demostrara competencia en matemáticas o lectura. La solución propuesta es simplemente enviar más y más dinero a los sistemas que fracasan y exigir menos rendición de cuentas sobre cómo se gasta ese dinero.

América del Sur: Incremento de la inversión con pocos resultados

En América del Sur, las organizaciones sindicales, acompañadas por líderes políticos y centros de investigación social, luchan sin cesar por aumentar la inversión en educación. Sin embargo, a pesar del incremento constante en la inversión en educación en la última década, los resultados no han sido los esperados.

En Argentina, la inversión en educación se ubica entre el 5% y el 6% del PBI, incluso su gobierno actual anunció un incremento al 8% recientemente, cifra bastante elevada comparativamente a los niveles de los países avanzados según datos del Instituto para el Desarrollo Social Argentino. Sin embargo, de cada 100 jóvenes que comienzan la secundaria, solo 40 la terminan en tiempo y forma. Según este informe, las escuelas del Estado no mejorarán con más recursos, sino cambiando las reglas de gestión y las formas de financiamiento educativo. En la gestión, «es muy importante que los directores se profesionalicen y tengan la posibilidad de manejar los recursos humanos y físicos para poder hacerse responsables de sus resultados».

El gobierno y un sector de la sociedad le dan a la educación un lugar no prioritario, según La Nación. La demanda social alrededor de la calidad educativa en Argentina no está a la altura del problema y «muchas familias se quejan, pero resuelven el problema enviando a sus hijos a una escuela privada, donde los indicadores educativos no son significativamente mejores que en el sector público, pero sí tienen un nivel de días y horas efectivas de clase que les otorga tranquilidad a las familias y los ayuda en su organización diaria. Una previsibilidad que la escuela pública dejó de garantizar hace años».

¿Y en España?

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha realizado un exhaustivo análisis del sistema educativo español, y ha presentado un diagnóstico contundente sobre sus deficiencias. Aunque se reconoce que la reforma educativa actual está tratando de abordar algunos de los problemas estructurales, es evidente que aún queda mucho por hacer.

Uno de los principales problemas identificados por la OCDE es el abandono escolar temprano, un fenómeno que afecta significativamente a España. Para hacer frente a esta situación, se propone la identificación de los centros educativos más vulnerables, aquellos que se encuentran en entornos socioeconómicos desfavorecidos. Estos centros deberían recibir una mayor cantidad de recursos para poder ofrecer una educación pública de calidad a sus estudiantes.

Además, se plantea la necesidad de premiar a los docentes que elijan trabajar en estos centros desfavorecidos. Reconociendo el importante papel que desempeñan, se sugiere incentivar a los profesores para que elijan dedicar su labor educativa en entornos más desafiantes, donde su labor puede marcar una gran diferencia en la vida de los estudiantes.

Los casos de fracaso del sistema de la educación pública en todo el mundo resaltan la necesidad de un cambio significativo y de una reflexión profunda sobre las prácticas y políticas actuales. La inversión en educación, aunque esencial, no puede ser la única solución a estos problemas. Es necesario un enfoque más holístico que considere aspectos como la gestión, la responsabilidad y el papel de los profesores, los padres y los estudiantes en el proceso educativo.

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