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Aunque no existen estadísticas oficiales sobre cuántos colegios imparten educación emocional en España, las estimaciones más reales calculan que solo un 5% de los centros lo implantan en alguna medida en su proyecto educativo, según refleja el I Estudio Nacional sobre la Educación Emocional en los Colegios en España (2021) impulsado por el Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada (IDIENA).
En concreto, las estimaciones apuntan a que de los 34.168 centros educativos (de los que 11.210 son privados y concertados y 22.958 públicos) apenas el 2,3% del total de privados y concertados cuentan con educación emocional mientras que este porcentaje en los públicos asciende al 6,5%.
En detalle, Canarias se presenta como una excepción en el ámbito de la educación pública, pues inició un programa para implantar inteligencia emocional en algunos centros de Primaria. En 2019 lo incluyó de forma obligatoria, y el propósito de las autoridades educativas insulares es extender esta prestación paulatinamente. Otras comunidades, como Extremadura y Murcia, están iniciando proyectos piloto en sus colegios públicos para explorar el concepto.
Tampoco la iniciativa privada ha tenido una destacada repercusión. La Fundación Botín lleva años apostando por la educación emocional en España e Hispanoamérica, apoyándose para ello en la Universidad de Cantabria. Los demás centros educativos que lo imparten lo hacen por propio convencimiento e iniciativa innovadora.
A ello se suma que el educativo es un sector “escasamente” innovador según los autores del estudio, que apuntan que es, al tiempo, “altamente dependiente” de la regulación legal del currículo escolar. Sin embargo, advierte que el dinamismo potencial es alto entre sus docentes, y prueba de ello es que su conocimiento del concepto de educación emocional es alto (37%) y bastante alto en el 52% de los casos.
Por suerte, los directores de los centros educativos consultados también se muestran convencido de los beneficios de aplicar la educación emocional en sus modelos de enseñanza. De acuerdo con el estudio, los directores coinciden en que resulta muy beneficioso para mejorar como personas (68%), mejorar las relaciones con los otros alumnos (66%) y reducir el acoso escolar (55%).
Igualmente, lo ven bastante beneficioso para mejorar la motivación y el gusto por aprender, mejorar el rendimiento escolar y prepararlos para el mundo laboral en un cien por cien de los casos.
Por otra parte, la mayoría de docentes reconoce que no han aplicado la educación emocional a nivel individual. Así, el 94% de los encuestados cree que formarse en educación emocional les mejoraría como profesionales y la gran mayoría, el 83%, afirman haber aplicado la inteligencia emocional como docentes.
El nuevo escenario derivado la pandemia podría ser un trampolín. El 73% de los encuestados responde de manera abrumadora sobre la importancia que tiene la formación en competencias emocionales, especialmente a raíz de la pandemia y con respecto a la situación pre-covid.
La encuesta se desarrolló entre el 9 de febrero y el 19 de abril en toda España, con un total de 557 docentes encuestados y 44 directores. Fueron 109 los colegios representados de los que el 11% son públicos, el 20% privados y el 69% concertados.