Julio Albalad Gimeno es director del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), y en una entrevista concedida a ÉXITO EDUCATIVO reconoce que, en materia de competencias digitales en el ámbito educativo “sí que es cierto que ha habido un momento de tensión y de sobresfuerzo que se le está pidiendo a los docentes”, lo que, reconoce este alto funcionario del Ministerio de Educación y Formación Profesional, “nos está haciendo reflexionar”.
En su intervención en el podcast de Radio ÉXITO EDUCATIVO, que se difundirá íntegramente el próximo lunes, día 11, y a preguntas del director del diario, Víctor Núñez, el máximo responsable del INTEF saludó, no obstante, que la inmensa mayoría de docentes se ha incorporado con éxito al nuevo escenario de digitalización educativa, hasta el punto de que no pocos de ellos no logran plaza en las formaciones que sobre ello organiza el organismo ministerial, debido al interés que concita.
Con todo, admite Albalad Gimeno que los tres últimos años, a raíz de las necesidades que se generaron en la educación con el confinamiento por la pandemia, “teníamos miedo” y, hasta cierto punto, “pensamos que podíamos llegar a saturar a los docentes”, puesto que, a la urgencia en capacitarles digitalmente para concluir el curso en pleno cierre de los centros, se sumó al poco la nueva ley educativa y su implementación, y otros temas pendientes como la inclusión o el desarrollo sostenible. No obstante, se felicitó de que, al final, “la cosa está siendo estupenda”.
Y es tanto el interés de los profesores por capacitarse digitalmente, que “de los cursos que ofertamos siempre se queda gente en lista de espera”, pues “hay una demanda enorme”.
El INTEF, que depende orgánicamente del Ministerio, ejerce solo como coordinador con las CCAA, que son las que realmente tienen las competencias sobre el profesorado y los procesos de digitalización.
En este punto, señala el director del INTEF que en su departamento conciben la digitalización como un elemento muy amplio, que va más allá de las tabletas o el móvil, “es el uso de tecnologías digitales para apoyo al profesorado”, lo que, subraya, debe ser entendido como un medio, no como un fin”.
Explica que se ha lanzado proyecto “muy grande” con fondos europeos que proceden directamente del Next Generation, en los que casi 1.500 millones de euros llegan a las CCAA para digitalizar las aulas, con equipamiento básico como un panel, un ordenador, una mesa de mezclas para podcats o una cámara de vídeo para grabar con croma, “y toda esa digitalización acompañada de la competencia digital”, tanto de docentes como de alumnos.
“Al final lo que creemos es que los docentes, los alumnos y los centros sean digitalmente competentes y que esos instrumentos sean finalmente utilizados”, subraya.
Por otra parte, se reconoce consciente de ciertas corrientes en nuestro entorno europeo que se oponen al desembarco masivo de las tecnologías en el aula, pero insiste en la oportunidad que representa que España se ponga al día, porque la digitalización como concepto no supone una amenaza para la educación como algunos creen.
Cuando llegó la pandemia, recuerda, un 60% de las aulas presentaba cierto equipamiento digital, pero el 40% restante no, y de ese 60%, lo cierto es que el material ya estaba desfasado. Por eso, avisa, con los fondos europeos se va a revertir esta situación.
El objetivo es que las 240.000 aulas del sistema educativo público tengan un equipamiento mínimo que estará formado por un panel y un ordenador, y, a partir de ahí, otras tantas aulas cuenten con cámaras de 360 grados, sistemas de altavocía, cámaras para poder grabar con croma, impresoras 3D o mesas de mezclas para poder crear radio en la escuela. El compromiso es que en 2025 esté todo completado.
En la entrevista, Albalad Gimeno advierte que saber manejar un móvil “no supone tener competencia digital”. Lo dice por aquellos alumnos que pueden creer saber más sobre este universo que sus propios profesores. “Saben manejar sus redes sociales, pero en cuanto los sacas de ahí no son capaces de manejar otras herramientas”.
No en vano, algún estudio apunta que solo un 2% de los alumnos usa la tecnología digital para crear recursos. “Realmente”, aclara, “ese término de nativos digitales (referido a los alumnos actuales) nos lleva a veces a error”. “Los docentes se están formando y tenemos el compromiso de que los españoles mejoren su competencia digital. La pandemia ha supuesto un punto de tensión muy grande, pero ha generado una demanda por parte del profesional de esa necesidad de mejorar su competencia digital”.
Y sí, a su juicio, tiene que haber diferencias de preparación y conocimiento sobre el uso y riesgos de internet, con carácter general, entre etapas educativas en relación con este tema, puesto que “no son las mismas necesidades las de un alumno de Infantil que otro de Bachillerato”.