El cómic, expresión artística asociada en general con el ocio, puede tener una segunda vida: ser una herramienta dentro de las clases. Esto es lo que opina el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, Carlos Romá-Mateo, quien a través de las viñetas explica a sus alumnos la fisiología humana.
Romá-Mateo reconoce que “puede ser chocante a veces pensar en cómic y docencia porque el cómic todavía tiene la etiqueta de infantil, nunca relacionado con estudios universitarios”. Incluso él mismo reconoce que no se le había pasado por la cabeza la idea de utilizar el cómic en sus clases, a pesar de que sí que hacía cómics de divulgación científica.
Según explica en una nota el profesor del Departamento de Fisiología, “cuando me volqué en la docencia, en concreto en enseñar Fisiología, me di cuenta de que el cómic tiene unas calidades que le otorgan una utilidad muy grande para explicar conceptos de la fisiología. Se trata de conceptos difíciles de visualizar, por eso denominamos al proyecto ‘fisiología invisible’”.
“Se trata de mecanismos, interacciones, regulaciones, cosas que ganan mucho cuando se explican no con imágenes estáticas de los libros, sino con imágenes secuenciales. Y precisamente la narrativa secuencial es la base del cómic”, puntualiza el docente.
La utilización del cómic en las aulas se ha visto como una herramienta muy útil para que el estudiantado llegue a entender conceptos abstractos y los pueda visualizar, gracias a las metáforas y abstracciones que tiene el propio cómic.
Este proyecto se ha presentado en congresos de innovación docente con muy buena retroalimentación, tanto por parte de la comunidad educativa como por los propios estudiantes, según informa la Universidad de Valencia.