Susana Martínez-Conde (RRHH): “En los colegios hace mucha falta profesionalizar la gestión”

Susana Martínez-Conde Meléndez es directora de Recursos Humanos en Consultora de Educación y Sistemas. Una de sus misiones es el hallazgo del talento, del mejor docente, del mejor directivo para el grupo educativo en el que opera, pero también, obviamente, la gestión del día a día, de eso que seguimos llamando eufemísticamente recursos humanos, pero que, cada vez más, gusta reconocer como lo que en realidad son: personas.

En febrero de 2020 se incorporó al puesto que ocupa actualmente, precisamente en un momento, el inicio de la pandemia y sus conocidas consecuencias, que supuso para ella, sin duda, una prueba de fuego a la altura de los mejores gestores de personas. Y en un ámbito, el de la educación, que más padeció aquel confinamiento, si bien es verdad que resolvió gracias a las nuevas tecnologías. Unas tecnologías innovadoras que también ayudan a gestionar el talento, como nos explica, en esta entrevista concedida a ÉXITO EDUCATIVO, esta licenciada en Derecho por la Complutense y Máster en Gestión Internacional de RRHH por el IE, a quien conocimos en la Jornada que, en el arranque del nuevo curso, convocó el Club de Excelencia e Innovación de ACADE en colaboración de la Fundación Másfamilia, y que acogió la sede de la UNIE en Madrid.

¿Qué debemos entender por talento en la educación? ¿Es un profesor, una profesora que sabe lo que no está escrito o es algo más? ¿Qué es el talento?

Bueno, el talento yo creo que es aquella persona que tiene esas características, que fomenta el éxito y que contribuye al éxito de la organización. Puede ser un profesor, pero puede no serlo. En las organizaciones y, por supuesto, en los centros educativos, hay otras áreas, además de la docencia, y todos tienen que contribuir en la medida de su área. O sea, talento puede ser un profesor que sea maravilloso en su docencia, pero también puede ser el personal de limpieza que trabaja de manera excepcional. Tenemos que buscar ese equilibrio y encontrar a esas personas, porque ese talento contribuye especialmente al éxito de la educación. No cabe duda de que, en cualquier caso, que en el sector educativo el talento más valioso es el de esos profesores que son referentes y que dan prestigio a tu escuela.

¿Qué tipo de perfiles necesita hoy la educación?

En los colegios creo que hace mucha falta profesionalizar la gestión y ahora mismo se buscan, desde luego docentes, pero también estamos otro tipo de otro tipo de perfiles más profesionales que formen parte de la corporativa y de aquellos servicios transversales que tienen que facilitar la labor del docente. Creo desde siempre en los en los colegios los docentes asumen un montón de tareas y otras funciones que a lo mejor no tienen por qué hacerlas ellos. Lo ideal es incorporar otro tipo de profesionales que no tienen mucho que ver con la docencia y sí más con la gestión.

¿Qué opina de incorporar a la educación no universitaria a perfiles que no necesariamente estudiaron magisterio, sino que son abogados o periodistas, por poner un ejemplo?

En las primeras etapas, en las cuales tenemos la limitación de que tengan ese magisterio, sí deben poseer el grado para poder dar clases en Infantil, en Primaria y en el primer ciclo de Secundaria. En el segundo ciclo de Secundaria y Bachillerato se puede abrir un poco ese abanico de profesionales, porque ya se necesita una licenciatura de la especialidad que tú vayas a impartir en clase. Pero es verdad que, además de esa licenciatura, se requiere específicamente un máster habilitante. Ahora mismo, estamos muy preocupados porque tenemos una carencia muy alta de perfiles tecnológicos, de matemáticas y de ciencias, y tenemos que buscar alternativas para buscar y atraer a esos profesores que, además, podrían ser profesionales de otras empresas que estudiaran y sacaran este máster.

Es frecuente que un porcentaje muy alto de candidatos a enseñar matemáticas en una oferta pública de empleo suspendan el examen ¿Por qué cree que cuesta encontrar a docentes que quieran impartir áreas como las matemáticas?

Los profesores de matemáticas no solo tienen que saber matemáticas, tienen que saber enseñar matemáticas, que es casi más importante que las matemáticas que sabes. Tienes que saber transmitir y enseñar a tus alumnos esas matemáticas. A lo mejor hay otros profesionales, por ejemplo, en el área de la ingeniería, que saben un montón de matemáticas y que, además, saben enseñarlas. Yo me acuerdo de mis hijos, por ejemplo, que cuando iban al colegio, en casa les ayudaba algún estudiante de tercero de Ingeniería de Caminos y le enseñaba fenomenal. Lo que pasa es que contratar a esos profesionales tiene la limitación de que deben poseer un máster habilitante. Creo que es una norma que hay que modificar. Hay que buscar alternativas y es algo que se debería poner sobre la mesa.

¿Es la conciliación una herramienta también para atraer talento? Es algo que preocupa, y mucho, a la nueva generación de candidatos a ser profesor.

Diría más, la conciliación creo que sí es posible. Nosotros venimos de una época distinta. Yo recuerdo que casi vivíamos para trabajar. Ahora las nuevas generaciones trabajan para vivir. Creo que se pueden conciliar las dos cosas y que puedes ser un profesional y esforzarte y trabajar, pero también tener la capacidad de disfrutar con tu familia o disfrutar con tu pareja, o con tu perro, o yo misma teniendo tiempo para viajar o simplemente salir a pasear.

¿Y qué observa en esta nueva generación laboral en cuanto a lo que distingue la actitud de la aptitud?

Se habla mucho ahora de la ‘gran renuncia’, pero más que gran renuncia, lo que me preocupa es lo que se llama la ‘renuncia silenciosa’, que es precisamente esa desmotivación por trabajar. Estoy aquí, paso el rato, me pagan y voy a vivir mi vida. Eso no, no es, eso no tiene futuro. Hay que trabajar por gestionar esa motivación. Creo que los millennials también son personas comprometidas, por ejemplo, con el medio ambiente, y les tienes que dar un poco más. Tienen que saber que trabajan para hacer algo constructivo, algo que va en beneficio de la sociedad.

¿Cómo de importante es el salario para retener talento en un sector tan vocacional como es la educación?

Es verdad que ahora mismo eso no es lo único que se tiene en cuenta, aun siendo muy importante. Por encima de ganar más dinero, lo que ahora demandan los profesionales es una retribución justa, y valoran lo que es el salario emocional, que no es monetario, sino todas esas ventajas que te puede ofrecer la empresa, que están asociadas a tu tiempo. En este contexto, el talento está asociado al compromiso que tiene esa persona. Puedes tener una persona muy talentosa, muy formada, pero si no tiene un compromiso y una vinculación con tu organización, pues no es talento.

¿Aprecia usted ese talento cuando entrevista a un candidato?

Los conocimientos los puedes detectar en el momento en que te da un currículum y pides títulos. Eso es así. El compromiso es más complicado. La actitud, la actitud de las personas. La actitud con ‘c’ por la que antes me preguntaba es más complicada de detectar, pero tampoco mucho. En lo que llamamos la fase clave, cuando un nuevo empleado entra a trabajar, y ver cómo se incorpora y qué acompañamiento tiene, en ese momento ya sabes si esa empresa donde ha entrado cumple o no sus expectativas. En las empresas también lo sabemos, pues ese compromiso se detecta de manera relativamente rápida.

Ese compromiso ¿es una exigencia en un centro educativo que tiene un modelo determinado?

De lo que se trata es de vincular a esa persona con tu proyecto educativo. No se trata solo de tener un buen profesor de matemáticas, sino que ese profesor de matemáticas está encargado, además, de trasladar todos los valores y todo tu proyecto a esos alumnos. No hay que olvidar que las familias también eligen los colegios por esos proyectos educativos. Cada uno tiene el suyo. Entonces, tienes que ser un buen profesor de matemáticas, pero también tiene que compartir esos valores o asumir, al menos, el compromiso de no ir contra ellos.

¿Para dirigir un centro hay que haber sido profesor antes?

Para ser un buen director y gestionar, lo principal que tienes que ser es humilde y rodearte de las personas que saben y confiar en ellas. Y ser inspirador. Los líderes inspiran. Tienen que ser capaces de arrastrar a los demás. Tienen que acompañar a los equipos, tienen que dar ejemplo y bajar abajo. ¿Tiene que ser un profesor? Creo que no, que puedes tener un director de colegio que no sea profesor y tener un buen director de colegio. Como dije antes, para ser un buen gestor, sobre todo a esos niveles, la dirección debe tener la capacidad de rodearse de los mejores y confiar en ellos.

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