Con un trimestre aún por delante, los alumnos españoles se enfrentan estos días a la primera ola de calor del año, con temperaturas excepcionalmente altas. Este episodio pone nuevamente de manifiesto la importancia de invertir en la renovación de los centros escolares, para mejorar el aislamiento térmico y/o el mal acondicionamiento de las aulas.
Según un reciente estudio llevado a cabo por Escuelas Renovadas, un 85% de los alumnos han tenido que refrescarse con ventiladores, abanicos o sprays de agua los días de calor.
Escuelas Renovadas – un movimiento que nace para promover la renovación de todos los centros públicos de educación primaria y secundaria y que cuenta con el apoyo de entidades como Ecodes, Aldeas Infantiles, Revuelta Escolar o Teachers for Future – ha realizado un estudio sobre las condiciones en las que imparten las clases las escuelas públicas españolas.
A causa de la relación directa entre los niveles inadecuados de temperatura, humedad o calidad del aire de los edificios y afecciones a la salud en colectivos vulnerables – sobre todo, en la infancia – y el rendimiento escolar, Escuelas Renovadas ha preguntado a una muestra de más de 1.200 personas, correspondiente a más 200 profesores y directores de centros de infantil, primaria y secundaria y a 1.000 padres y madres.
Un reflejo del estado actual de los colegios
Una educación pública de calidad, explican desde este movimiento, “necesita de unos edificios que ofrezcan unas condiciones ambientales óptimas para el aprendizaje y que sean un ejemplo de eficiencia energética y uso de energías limpias, pero muchas de las escuelas españolas fueron construidas hace más de 25 años, sin unas regulaciones que aseguraran el confort térmico dentro de las aulas y las zonas de recreo”.
En este sentido, el 87% del profesorado y directores de centros públicos afirman impartir clase en edificios con una antigüedad superior a los 25 años.
Datos como estos van directamente correlacionados con la calidad de las infraestructuras en las que se encuentran los mismos. Tanto es así que, 9 de cada 10 profesores y directores afirma que el aislamiento térmico del edificio en general es mejorable o muy mejorable, junto con otros aspectos como el aislamiento acústico (94%), la impermeabilización (87%) o el estado de puertas y ventanas (un 70%). Aspectos como la iluminación y los sistemas de canalización de agua también tienen deficiencias estructurales, donde los padres vuelven a calificarlos de mejorables en un 74% y 52%, respectivamente.
Uno de los datos más destacables es “la cantidad de colegios que carecen de infraestructuras necesarias para una buena refrigeración de las estancias”. En este caso, el 65% de profesores y directores que señalan trabajar en centros donde no se dispone de sistemas de refrigeración o aire acondicionado.
En los casos en los que sí hay este tipo sistemas energéticos para la calefacción y las refrigeraciones eficientes relativas a los sistemas de aire acondicionado, los porcentajes aumentan de nuevo, ya que hasta el 66% de los padres de alumnos admiten que necesitan algún tipo de mejora.
En este sentido, Cecilia Foronda, directora del Área de Energía y Personas de ECODES, demanda “que los programas de rehabilitación de edificios públicos autonómicos y locales prioricen la mejora de los centros educativos. Para ello se debería reservar un 30 % de los fondos a este fin. Además, debido a su gran implicación, es importante que se fomente la participación de la comunidad educativa en los procesos de renovación de las escuelas”.
El estado del edificio afecta directamente a la educación de alumnos de dichos centros. En este aspecto, 9 de cada 10 padres y madres señalan que un mal estado del edificio influye en el bienestar y rendimiento de estudiantes y profesores, siendo los motivos principales de influencia el impacto en la salud (52%), su rendimiento académico (52%) y el rendimiento del profesorado y los gestores del centro (40%).
Como medidas preventivas, los progenitores quieren soluciones. Entre las más demandadas se encuentran realizar revisiones periódicas de las instalaciones para detectar puntos de mejora y destinar más fondos a este cometido, siendo los tipos de rehabilitación más necesaria la instalación de sistemas de energía renovables para la producción de electricidad y/o calor y frío y aislamiento térmico en general.
Yetta Aguado, de Revuelta Escolar, incide en que “los datos indican que los colegios públicos necesitan urgentemente medidas para mejorar el confort térmico de quienes pasan jornadas enteras en ellos. Tenemos que garantizar las mejores condiciones de salud y bienestar para que estudiantes y profesores puedan desarrollar su actividad diaria en un entorno que asegura su pleno rendimiento”.
Por su parte, Pablo Morente, del Consejo Español de la Juventud, afirma que “una educación pública de calidad necesita las mejores condiciones para el bienestar de quienes trabajan y aprenden en sus centros. Por eso nos unimos a este movimiento, porque es una necesidad que antes de 2040 tengamos centros públicos bien aislados y adaptados a las condiciones de su entorno. Un centro educativo debe ser un refugio climático para la juventud del futuro, un lugar donde convivir y resistir para alcanzar modelos más sostenibles de vida”.