La Fundación ColaCao nacía a principios de año con un único objetivo: luchar contra el bullying. Su puesta de largo ha sido el lanzamiento de un documental contra el acoso con figuras del deporte. Cuando apenas ha echado a andar, hablamos con Javier Coromina del trabajo que quieren hacer para poner su granito de arena contra el acoso escolar. Este barcelonés de 44 años y padre de dos hijos, licenciado en Dirección de Empresas, Máster en el IESE y Máster en Filosofía por la Universidad Ramon Llull, es el director de comunicación de Idilia Foods y desde enero, forma parte del patronato de la Fundación ColaCao.
La Fundación ColaCao nace para luchar contra el acoso escolar. ¿Por qué este enfoque?
La Fundación ColaCao va a intentar ayudar a combatir el acoso escolar porque queríamos dedicar parte de los recursos de la marca a algo en lo que pudiésemos tener un efecto positivo real. Y hablando con educadores y expertos de todos los ámbitos encontramos una visión compartida por varias personas: el acoso escolar es un tema del que no se habla. Conviene normalizar las conversaciones sobre el acoso escolar para que no sea vergonzoso tratarlo, ni por parte del acosado, ni del acosador ni de los padres de ambos, ni de los profesores, ni de los colegios o de los políticos. La capacidad de generar notoriedad sobre un tema de una marca como ColaCao, era algo que lo hacía interesante.
A la vez creemos que ColaCao es una marca que siempre ha estado vinculada a la infancia, pero que también está muy vinculada a los adultos y este es un problema compartido entre niños y adultos. También era coherente que diéramos este paso y por eso hemos decidido enfocarnos ahí.
La primera acción pública ha sido lanzar un documental contra el bullying con relevantes figuras del deporte como Carolina Marín, como Ray Zapata. ¿La concienciación va a ser un campo preferente de actuación?
Nosotros trabajaremos en tres campos. Uno es la divulgación, y en este campo se enmarca el documental que acabamos de estrenar.
Otro es el de la investigación y ahí vamos a buscar aportar datos de calidad sobre el problema del bullying, que nos ayuden a nosotros y a todo el mundo que esté preocupado por este problema, a trabajar mejor la lucha contra el mismo.
Y el otro es la educación. Se trata de que consigamos que los hábitos adecuados, las costumbres adecuadas, los comportamientos adecuados para combatir el bullying, sean aprendidos por todo el mundo que participa en el problema. Principalmente los alumnos, pero también los padres, también el resto de los familiares, los profesores…
¿Qué actividades tienen previstas en materia de educación?
En materia de educación tenemos preparado un programa piloto que empezará en breve, el próximo mes, en el que se va a trabajar con profesores y alumnos para identificar comportamientos. Para ver a quién le pueden estar haciendo bullying, cómo empieza el bullying, quién puede levantar la mano para llamar la atención, cómo pueden pedir ayuda a los padres, cómo pueden pedir ayuda a los profesores. Y trabajar una serie de dinámicas con los colegios para ver si en alguna de ellas encontramos maneras de proceder que sean adecuadas y que podamos extrapolar a otros colegios o a otros colectivos. Lo que vamos a hacer de momento es un programa piloto y con los resultados si son buenos, aplicaremos las mejoras. Intentaremos que en el mes de septiembre podamos ampliarlo a más colegios.
En materia de divulgación, además del documental ¿qué hay previsto para los próximos meses?
De lo que aprendamos del documental y de lo que surja de este programa piloto nos gustaría crear una serie de guías y de contenidos que ayuden. Queremos que sean muy divulgativos para que un número importante de personas los conozcan, los vean y estén familiarizados con ellos.
La Fundación insiste mucho en destacar la investigación. Parece, y esto puede sorprender, que hay muy pocos datos sobre acoso.
Hay estudios parciales, pero el último estudio grande que existe es del año 2006. En el año 2006 no había smartphones, todo lo que tiene que ver con el ciberacoso y demás estaba fuera del estudio porque no existían esas tecnologías. Entonces los datos que se siguen compartiendo hoy son claramente antiguos. Y aunque sabemos que es un reto, por lo titánico de la labor de una investigación científica, sí aspiramos a hacer algo relevante.
Queremos sacar a la luz datos del año 2022 para saber dónde está el problema, por áreas, por edades, por cursos, por ámbitos educativos, por perfiles. Y que nos permita afinar mejor el tiro. Porque uno de los problemas que nos encontramos a la hora de establecer iniciativas para ayudar a combatir el bullying es decir dónde está el problema. Y cuando buscas información hay muy poca. Muy poca y parcial. Por eso lo primero es investigar y en eso estamos.
La verdad es que no será fácil porque queremos hacer algo robusto y que luego la comunidad educativa y la comunidad científica le reconozca el valor, que sea de calidad. En este sentido estamos buscando aliados. Y aprovecho la ventana que nos prestáis hoy para abrir las puertas de la Fundación ColaCao, para decir que si alguien cree que puede alumbrar el camino será bienvenido. En la página web de la Fundación pueden encontrar nuestro contacto para ofrecer sugerencias, opiniones, o lo que sea.
Hay otras asociaciones otros actores, tanto públicos como privados, que llevan tiempo trabajando en el tema del acoso. ¿Tienen previsto ponerse en contacto con algunos de ellos?
Estamos colaborando con la Asociación NACE, No Al Acoso Escolar, presidida por Carmen Cabestany, que sin duda es una autoridad en la materia. Esta asociación nos ha ayudado mucho a no equivocarnos en estos primeros pasos y a identificar estas necesidades. También hemos hablado con otras asociaciones como la Fundación ANAR.
Nosotros tenemos muy claro, que es un problema muy complejo en el que cualquier error puede tener unas consecuencias fatales, y somos conscientes de que no somos expertos. Tenemos voz, tenemos ganas de ayudar y tenemos, vamos a decir, una potencia importante para generar ciertas conversaciones. Pero los expertos no somos nosotros. Nos estamos rodeando de gente que verdaderamente sabe para intentar hacer algo de calidad y que de aquí a unos años, cuando echemos la vista atrás, alguien diga: qué bien que la gente de ColaCao decidió dar este paso adelante, porque realmente han aportado un granito de arena.
¿Con qué presupuesto cuenta para su trabajo la Fundación?
En el primer año contamos con un presupuesto que estará en el entorno de los 400.000€, que nos permite abordar proyectos como los que hemos puesto en marcha y arrancar con el programa piloto y el programa de escuelas para el año que viene.
Hay iniciativas de lucha contra el bullying, en ÉXITO EDUCATIVO contamos frecuentemente algunas de ellas, pero pensáis que a nivel social hace falta más, que se hace poco, que se habla poco.
Se habla, pero se normaliza. Queremos que no sea una cosa de la que, cuando hablemos, de vergüenza. Hay temas como el acoso escolar, como el suicidio, que son vergonzosos, oscuros, que cuesta tratar. Y lo que buscamos con el hecho de que alguien tan cotidiano, tan próximo tan de toda la vida como ColaCao, hable de esto, es que los chavales vean que no pasa nada; si hasta en ColaCao hablan de esto. Es verdad que no solo vale hablar, sino que queremos hacer, y por eso hemos creado la Fundación, porque esto no va sólo de hacer un anuncio de publicidad, sino que va de incidir realmente, de poder aportar algo en la solución.
¿Y soñar con el acoso cero, eso es posible?
Ojalá, ojalá se pudiese soñar con eso. Yo creo que soñamos mucho porque es un proyecto que es ambicioso y como decía una película, vamos a lo grande. Pero el acoso cero no sé si lo veremos nosotros. Que lo que vamos a intentar, que esas personas que hoy ya están luchando contra el acoso piensen que ColaCao les ha ayudado en algo y que hemos aportado algo de calidad para mitigar el problema, en eso tienen nuestro compromiso.