La salud mental de los adolescentes en el foco: «El 40% sufre problemas de salud mental», según UNICEF

La salud mental de los adolescentes en el foco: "El 40% sufre problemas de salud mental”, según UNICEF

El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, un tema crucial que puede afectar a todas las personas indiferentemente de su edad. La salud mental es un componente esencial especialmente para los niños, niñas y adolescentes, y más en concreto en la etapa de la adolescencia, en la cual según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10 y el 20% de los y las adolescentes experimentan problemas de salud mental y la mitad de estas enfermedades comienzan antes de los 14 años.  

UNICEF España, en colaboración con la Universidad de Sevilla, ha publicado la cuarta edición del Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia. El estudio se ha realizado en el curso académico 2023-2024, ha contado con 168 centros educativos en España y un total de 4.740 adolescentes de 13 a 18 años.  

4 de cada 10 adolescentes manifiesta haber sufrido o cree haber sufrido algún problema de salud mental en el último año, de los cuales 1 de cada 3 no ha hablado con nadie de lo que le pasa y más de la mitad no ha pedido ayuda. 

«La salud mental es un aspecto fundamental en el bienestar general de los alumnos que impacta en su rendimiento académico, en sus relaciones sociales y en su desarrollo personal. La atención en el entorno escolar es crucial, ya que el colegio es el lugar donde más tiempo pasan. Desde el Colegio Alarcón sabemos que trabajar en prevención y acompañar a las familias en el desarrollo socioemocional de los alumnos es muy importante. Por ello ponemos en marcha programas educativos de prevención y acompañamiento emocional. Una atención personalizada que se lleva a cabo por parte del Departamento de Psicología y Orientación Escolar”, explica Marta Lli Jiménez, directora de dicho departamento y colaboradora habitual de ÉXITO EDUCATIVO.  

Lli explica como en su colegio ponen en marcha diferentes programas propios adaptados a cada etapa escolar. “En Infantil y Primaria comenzamos a trabajar tanto con los alumnos como las familias la inteligencia emocional. Identificación y manejo de emociones, autoestima o asertividad son algunos de los aspectos en los que ponemos el foco en estas edades tempranas. En ESO y Bachillerato, contamos también con estrategias y programas propios que conectan con las necesidades emocionales de los adolescentes: coaching educativo, mentorías entre iguales y el programa de inteligencia emocional que continua de manera transversal. El colegio tiene que ser un entorno seguro donde eduquemos para la vida, en habilidades socioemocionales que favorezcan un desarrollo integral y de salud mental, lo que impactará den la comunidad educativa y en la sociedad”, concluye la psicóloga.

Los problemas de salud mental siguen estigmatizados, aunque el 78,5% de los adolescentes asegura que mantendría amistad con alguien de su edad que esté visitando o haya visitado a un profesional de salud mental, es decir, generalmente este tipo de enfermedades esta peor vista por las personas adultas, debido a que los jóvenes son cada vez más conscientes de la importancia de la salud mental y no juzgan a quien pasa por ellas. 

Para Úrsula Perona, psicóloga infanto juvenil, la formación de los docentes en temas de salud mental infanto juvenil es  imprescindible, para poder dotar a los docentes de unas herramientas mínimas que les permitan detectar los signos de alarma de forma temprana. «Cambios de humor, bajada del rendimiento académico, desmotivación, aislamiento… muchas veces son las primeras señales de un trastorno psicológico. Tan importante es prevenir como actuar de forma rápida, ya que intervenir de manera temprana en cualquier problema psicológico es uno de los factores que mejor predicen un buen pronóstico», asegura Úrsula.

Para los adolescentes, “llevar una vida saludable y contar con un entorno de confianza son elementos esenciales para tener una buena salud mental”, concluye el estudio. Además de que el bullying o ciberbullying, son percibidos como los factores más perjudiciales para la salud mental. 

Diana Jiménez, psicóloga y psicoterapeuta, neuropsicóloga educativa, recomienda fomentar la conexión de los docentes con sus alumnos. “Es algo que se pasa por alto y tiene un gran impacto en la salud emocional y mental de los jóvenes. Hoy día sabemos que es esencial desenvolverse en un espacio seguro, no solo para la adquisición de nuevos aprendizajes, sino para crear el escenario propicio para relaciones saludables y adecuadas. Los estudiantes necesitan un clima de escucha, sentirse valorados, poder expresar sus emociones sin miedo a sentirse juzgados. Esto puede lograrse a partir de programas que implementen la educación emocional y la disciplina positiva en las aulas. Estos programas enseñan habilidades que fomentan la resolución de conflictos, los buenos tratos y la adquisición de habilidades de autorregulación. Creando espacio para la reflexión, la pertenencia y la contribución”. 

3 de cada 4 asegura que nunca ha sentido agobio o estrés por la cantidad de información recibida sobre salud mental a través de redes sociales y que las ha utilizado para expresar sus propias experiencias y pensamientos relacionados con este tema.  

El 40,4% de los adolescentes que han tenido problemas de salud mental han utilizado las redes sociales para buscar apoyo o validación en los momentos de angustia emocional, en cambio, solo el 21,4% de los adolescentes que han tenido escasa o ninguna experiencia relacionada con estos problemas lo han hecho. Es decir, las redes sociales son un mayor recurso cuanto mayor sea su cercanía con los problemas de salud mental.  

“No podemos olvidar la importancia de la colaboración entre las familias, centro educativo, alumnado y profesionales de la salud mental. Estar alertas y siendo observadores de lo que pueda pasar a nuestros adolescentes es clave para una prevención y detección precoz”, añade Diana Jiménez, psicóloga experta en disciplina positiva. 

Recomendaciones

Tras realizar este estudio, Unicef España propone unas recomendaciones con el objetivo de abordar los desafíos detectados y promover un entorno más favorable para el desarrollo mental y emocional de niños, niñas y adolescentes. 

  1. Fortalecer los programas y servicios de prevención, detección precoz y atención de la salud mental para los niños, niñas y adolescentes en ámbito de la Atención Primaria y los sistemas sanitarios autonómicos.
  2. Mejorar el conocimiento y comprensión de la situación actual de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
  3. Promover el rol clave del ámbito educativo para la promoción de la salud mental de niños, niñas y adolescentes.
  4. Potenciar la escucha activa y la participación de niños, niñas y adolescentes en clave de salud mental en todos los espacios de decisión.
  5. Apoyar a las familias y cuidadores en la atención de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
  6. Concienciar para normalizar la atención a la salud mental y combatir el estigma: la salud mental como componente esencial del bienestar de la infancia y de la adolescencia.
  7. Fomentar el rol del sector privado como catalizador de cambio y promotor de bienestar de la salud mental de niños y niñas.
  8. Fomentar un espacio digital en clave de bienestar emocional.

Los docentes y la salud mental

Perona le da mucha importancia a los docentes, «el papel de los docentes en la vida del alumno va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos. Son muchas veces confidentes, referentes, son apoyo y son refugio. Muchos niños y adolescentes entre sus personas de confianza incluyen a su tutor o a un profesor con el que tienen especial vínculo». Para la psicóloga es por eso por lo que a menudo son los profesores los que detectan el estado emocional de los alumnos.

Pero, ¿quién cuida a quiénes cuidan también a los estudiantes? Porque hasta ahora se ha analizado mucho cómo afecta la salud mental en los adolescentes, pero ¿y los docentes? ¿En qué situación se encuentran estos? El «I estudio nacional sobre el estado de ánimo de los docentes«, aclara estas incógnitas. El estudio se realizó a nivel nacional a más de 3.800 docentes. 

Los docentes son una pieza fundamental en la educación de los niños, niñas y adolescentes, de los cuales más del 80% cree que su estado de ánimo influye bastante o mucho en su labor docente, además, 6 de cada 10 docentes siente que su labor docente no le importa a la sociedad y que no tiene casi ningún reconocimiento social. 

Un 34,5% de los docentes define su estado de ánimo en su labor docente como muy deficiente o deficiente. El 38,4% de los docentes se autopercibe en un estado emocional que podría asociarse a depresión. Además, los docentes de secundaria y bachillerato tienen un mayor riesgo de tener síntomas relacionados con depresión leve, independientemente del tipo de centro. 

La salud mental debe tratarse como un tema sin ningún tabú en todos los ámbitos, pero en especial en el ámbito educativo, en el que profesores y alumnos cada vez son más propensos a sufrir un problema de este tipo de problemas, los cuales se pueden solucionar mediante la concienciación y el tratamiento de ellos.  

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