Cuatro centros educativos de Infantil en la localidad malagueña de Estepona han sido cerrados por orden de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía después de una intervención del Servicio de Inspección Educativa.
La denuncia partió de ACADE (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada) y se le exige que solo realicen las actividades para las que el Ayuntamiento les ha concedido licencia. En ningún caso es educativa, porque eso es competencia de la Consejería de Educación.
ACADE ha informado que desde hace tiempo, viene poniendo en conocimiento de la consejería y de los ayuntamientos andaluces “la proliferación de este tipo de centros en esta comunidad”.
Por eso, ACADE ha solicitado a los ayuntamientos andaluces que “vigilen que la actividad de las empresas de sus municipios se ajusta estrictamente a la licencia que el propio ayuntamiento les concede”.
Andalucía destaca por ser, junto con la comunidad valenciana, la autonomía donde existen más centros que actúan como escuelas infantiles privadas sin autorización, lo que constituye una indefensión y un perjuicio para la sociedad andaluza, se valora desde la ACADE.
La patronal recuerda la importancia de que los centros estén autorizados por la autoridad competente para evitar riesgos en seguridad de los pequeños. El cuidado de los aspectos prevención de riesgos, sanitarios y alimentarios es una clave de calidad en los centros autorizados, porque se ajustan a la normativa que exige la autoridad educativa.
Por otra parte, los centros que no están autorizados no cumplen con un proyecto curricular por lo que Educación tampoco avala la calidad educativa ni la atención que reciben los niños.
ACADE aconseja a las familias que, “antes de matricular a sus hijos, soliciten al centro el número de Autorización que le entrega la Consejería y que tiene que aparecer en la web de la Red de Centros Docentes de la Junta de Andalucía”.
